¿Qué decir cuando te peleas con tu pareja?

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Aceptar parcialmente la perspectiva de tu pareja, diciendo Estoy de acuerdo/En eso tienes razón, desescalará la discusión. Reconocer un punto válido, aunque sea pequeño, abre la puerta al diálogo y evita que la pelea se intensifique con la negación mutua. Esto facilita la búsqueda de soluciones.
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Más allá del “Sí, tienes razón”: Navegando las disputas de pareja con empatía y asertividad.

Las peleas de pareja son inevitables. Diferencias de opinión, estrés acumulado, malos entendidos: son parte del tejido mismo de una relación. Sin embargo, la forma en que abordamos estas discusiones determina su impacto en la dinámica de la pareja. Mientras que el simple “sí, tienes razón” puede parecer una solución mágica, la clave reside en una comunicación más matizada que vaya más allá de la simple aceptación.

Aceptar parcialmente la perspectiva de nuestra pareja, utilizando frases como “Entiendo tu punto de vista” o “Estoy de acuerdo en que…”, es crucial para desescalar la situación. No se trata de ceder en todo, ni de minimizar nuestros propios sentimientos, sino de reconocer la validez de la experiencia y las emociones del otro. Decir “En eso tienes razón”, aunque sea sobre un aspecto menor del conflicto, abre una brecha en la muralla de la negación mutua que suele caracterizar las discusiones acaloradas.

Imagine esta situación: su pareja se siente frustrada porque usted llegó tarde a una cita importante. Responder con un simple “Lo siento, llegué tarde” podría no ser suficiente. En cambio, intentar algo como “Entiendo que llegar tarde te haya molestado, y tienes razón, no debí haberme demorado tanto. Me descuidé con…” abre un espacio para la conversación constructiva. Se reconoce la validez del sentimiento de frustración, se asume la responsabilidad de la acción y se sienta la base para una explicación más detallada y una posible solución.

La importancia de reconocer un punto válido, aunque sea pequeño, radica en su impacto psicológico. Al validar las emociones de la pareja, se le transmite respeto y comprensión. Esto reduce la sensación de que su perspectiva está siendo ignorada o desestimada, uno de los principales desencadenantes de una escalada en la discusión. Este reconocimiento, incluso si es parcial, actúa como un lubricante social, facilitando el diálogo y evitando que la conversación se convierta en una guerra de egos.

Sin embargo, es importante no confundir la aceptación parcial con la sumisión. Reconocer la validez de un punto de vista no implica renunciar al nuestro. Después de validar la perspectiva de la pareja, es fundamental expresar nuestra propia visión de la situación de forma asertiva, utilizando el “yo” como sujeto para evitar la culpabilización. Por ejemplo: “Entiendo tu frustración, pero yo también me sentí presionado por…”

En resumen, la clave para navegar las disputas de pareja no reside en un simple “sí, tienes razón”, sino en una escucha activa, una validación empática de las emociones del otro y una expresión asertiva de los propios sentimientos. Esta estrategia, basada en la comprensión mutua y el respeto, permite transformar las peleas en oportunidades para fortalecer la conexión y encontrar soluciones conjuntas.