¿Qué es el enfoque de la capacidad?
El enfoque de capacidades se centra en las posibilidades reales de las personas para ser y hacer lo que valoran. No mide la felicidad directamente, sino la libertad de elegir entre distintas opciones valiosas, ampliando así su potencial para llevar una vida plena.
El Enfoque de las Capacidades: Más allá de la Felicidad, la Libertad de Ser y Hacer
En un mundo obsesionado con medir el progreso a través de indicadores económicos y estadísticos impersonales, el Enfoque de las Capacidades (EC) emerge como una perspectiva refrescante y profundamente humana. Este enfoque, desarrollado principalmente por Amartya Sen y Martha Nussbaum, desplaza el foco del Producto Interno Bruto y la mera acumulación de riqueza hacia las posibilidades reales de las personas para ser y hacer lo que valoran. En otras palabras, se centra en la libertad que tienen los individuos para llevar una vida que consideren digna y significativa.
Lejos de ser una métrica simplista de la felicidad, el EC reconoce la complejidad de la existencia humana. No se trata de imponer una noción predefinida de lo que “debería” hacer feliz a alguien, sino de comprender y expandir el abanico de opciones a disposición de cada persona. En esencia, el EC valora la libertad de elegir entre distintas opciones valiosas, reconociendo que la felicidad es un resultado individual y subjetivo que surge de la capacidad de ejercer esa libertad.
Para entender mejor el EC, es crucial distinguir entre algunos conceptos clave:
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Funcionamientos: Se refieren a los “seres” y “haceres” que las personas logran realizar. Ejemplos de funcionamientos incluyen estar adecuadamente nutrido, gozar de buena salud, tener acceso a la educación, participar en la vida política de la comunidad, o mantener relaciones sociales significativas.
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Capacidades: Son el conjunto de funcionamientos que una persona tiene al alcance. Representan la libertad real que tiene para elegir entre diferentes maneras de vivir y ser. La capacidad no es lo que una persona realmente hace, sino las opciones disponibles para hacer o ser.
Imaginemos dos personas: una que ayuna voluntariamente por motivos religiosos y otra que ayuna forzosamente por falta de alimento. Ambas experimentan la misma “privación” física, pero sus capacidades son radicalmente diferentes. La primera persona tiene la capacidad de nutrirse adecuadamente pero elige no hacerlo, mientras que la segunda no tiene esa opción. El EC se preocupa por la libertad para elegir y la posibilidad real de llevar una vida digna, independientemente de las elecciones específicas que cada individuo realice.
El EC tiene importantes implicaciones en diversos campos, desde la economía del desarrollo hasta la ética y la política pública. En lugar de enfocarse únicamente en aumentar el ingreso per cápita, el EC nos invita a considerar cómo las políticas públicas afectan la libertad de las personas para vivir la vida que desean. Esto implica garantizar el acceso a la educación, la atención médica, el trabajo decente, la participación política y otros factores que contribuyen a ampliar las capacidades de los individuos.
En definitiva, el Enfoque de las Capacidades ofrece una poderosa herramienta para evaluar el progreso social y económico desde una perspectiva profundamente humana. Nos recuerda que el verdadero desarrollo no reside en la mera acumulación de riqueza, sino en la ampliación del potencial de las personas para llevar una vida plena, digna y significativa, definida por sus propios valores y aspiraciones. Nos invita a mirar más allá de los números y a centrarnos en la libertad y la capacidad de cada individuo para florecer y alcanzar su máximo potencial.
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