¿Qué hay que poner en la metodología?

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La sección de metodología detalla rigurosamente cómo se obtuvieron los resultados. Se describe la estrategia de investigación, incluyendo los procesos específicos, técnicas y herramientas empleadas. Su propósito es ofrecer una comprensión clara y reproducible del enfoque seguido, permitiendo al lector evaluar la validez y fiabilidad del estudio.

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Desentrañando la Metodología: La Brújula de tu Investigación

La sección de metodología en un trabajo académico o de investigación es mucho más que una simple descripción de los pasos seguidos. Es el corazón mismo del estudio, el documento que permite a la comunidad científica, y al lector en general, comprender, evaluar y, si fuera necesario, replicar la investigación. En esencia, la metodología actúa como la brújula que guió la exploración del investigador, indicando con precisión cómo se llegaron a las conclusiones.

Esta sección detalla rigurosamente el proceso de obtención de los resultados. No se trata simplemente de enumerar acciones, sino de exponer la estrategia de investigación con una transparencia y un detalle que permitan su replicación. Imagine que un compañero científico, con los mismos recursos y herramientas, debe ser capaz de seguir sus instrucciones y llegar a resultados similares. Ese es el objetivo final.

Pero, ¿qué elementos concretos debemos incluir para que nuestra metodología sea sólida y convincente? Aquí desglosamos los puntos clave:

1. Diseño de la Investigación:

  • Tipo de estudio: ¿Es un estudio experimental, observacional, correlacional, cualitativo, cuantitativo o mixto? Debemos especificar el enfoque general de la investigación, justificando por qué se eligió este diseño en particular y cómo se alinea con los objetivos del estudio.
  • Hipótesis (si aplica): Si la investigación se basa en hipótesis, deben formularse claramente al principio de la sección. Además, debemos explicar cómo la metodología propuesta permitirá probar o refutar estas hipótesis.
  • Variables: Identificar las variables independientes, dependientes y de control, describiendo cómo fueron medidas y manipuladas. La claridad en este punto es crucial para entender la relación causal investigada.

2. Participantes o Muestra:

  • Población: Definir la población a la que se generalizarán los resultados.
  • Muestra: Describir el proceso de selección de la muestra, incluyendo el tamaño de la muestra, el método de muestreo (aleatorio, estratificado, por conveniencia, etc.) y las características demográficas relevantes de los participantes. Justificar el tamaño de la muestra y explicar por qué se considera representativa de la población.
  • Criterios de inclusión y exclusión: Especificar los criterios que se utilizaron para seleccionar a los participantes o los elementos de la muestra, asegurando la homogeneidad y la pertinencia de los datos.

3. Instrumentos y Materiales:

  • Descripción detallada: Enumerar y describir todos los instrumentos y materiales utilizados en la investigación, incluyendo cuestionarios, pruebas, aparatos, software, y cualquier otro recurso empleado.
  • Validez y fiabilidad: Indicar la validez y fiabilidad de los instrumentos de medición utilizados. Si se trata de instrumentos estandarizados, citar las fuentes apropiadas. Si se crearon instrumentos nuevos, describir el proceso de validación y los resultados obtenidos.

4. Procedimiento:

  • Pasos secuenciales: Describir paso a paso el procedimiento seguido en la investigación, desde el reclutamiento de los participantes hasta el análisis de los datos. El detalle es fundamental aquí; cualquier investigador debería poder replicar el estudio siguiendo esta descripción.
  • Control de sesgos: Explicar las medidas tomadas para minimizar los posibles sesgos en la investigación.
  • Consideraciones éticas: Mencionar las consideraciones éticas relevantes y cómo se abordaron, incluyendo el consentimiento informado de los participantes, la confidencialidad de los datos y la aprobación del comité de ética (si es necesario).

5. Análisis de Datos:

  • Técnicas estadísticas: Especificar las técnicas estadísticas utilizadas para analizar los datos, justificando su elección en función del tipo de datos y los objetivos de la investigación. Indicar el software estadístico utilizado.
  • Nivel de significancia: Definir el nivel de significancia (alfa) utilizado para las pruebas estadísticas.

En resumen, la sección de metodología debe ser una narración clara, concisa y completa de cómo se realizó la investigación. Su propósito principal es ofrecer una comprensión clara y reproducible del enfoque seguido, permitiendo al lector evaluar la validez y fiabilidad del estudio. No se trata solo de decir qué se hizo, sino también por qué se hizo de esa manera. Una metodología bien construida no solo fortalece la credibilidad de la investigación, sino que también contribuye al avance del conocimiento en el campo de estudio. Al final, es la transparencia metodológica la que permite a la ciencia ser acumulativa y progresiva.