¿Cómo eliminar un acrocordon?

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Para remover un acrocordón, se quema el tallo que lo conecta a la piel. Este método controla el sangrado gracias al calor aplicado.
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Eliminación de Acrocordones: Una Guía Paso a Paso

Los acrocordones, también conocidos como verrugas filiformes, son pequeñas protuberancias cutáneas benignas que pueden aparecer en varias partes del cuerpo. Si bien son inofensivos, pueden resultar antiestéticos o incómodos. Hay varias formas de eliminar los acrocordones, y una de las más efectivas es quemando su tallo.

Materiales necesarios:

  • Tijeras esterilizadas
  • Pinzas esterilizadas
  • Alcohol isopropílico
  • Algodón o gasas
  • Fuente de calor (como un mechero o un cauterizador eléctrico)

Procedimiento:

  1. Prepara el área: Limpia la zona afectada y el acrocordón con alcohol isopropílico y algodón.
  2. Sujeta el acrocordón: Utiliza unas pinzas para agarrar el acrocordón firmemente por la base.
  3. Separa el tallo: Con unas tijeras esterilizadas, corta el pequeño tallo que conecta el acrocordón a la piel. No intentes arrancar el acrocordón, ya que esto puede dañar la piel circundante.
  4. Cauteriza el tallo: Sujeta la fuente de calor cerca del tallo cortado y quema el extremo. Esto sellará el vaso sanguíneo y minimizará el sangrado. El calor también destruirá las células del acrocordón.
  5. Controla el sangrado: Si se produce algún sangrado, aplica presión con un algodón o gasa hasta que se detenga.
  6. Limpia la herida: Una vez que se haya detenido el sangrado, limpia la zona con alcohol isopropílico nuevamente.

Después del procedimiento:

  • La zona tratada puede estar sensible y ligeramente enrojecida durante unos días.
  • No toques ni manipules la herida.
  • Mantén la zona limpia y seca.
  • Si experimentas dolor, hinchazón o supuración, consulta a un médico.

Nota:

No intentes eliminar los acrocordones que se encuentran cerca de los ojos, la nariz o la boca. Estos deben ser tratados por un médico para evitar daños.

Ventajas de la eliminación mediante cauterización:

  • Método eficaz y relativamente indoloro.
  • Controla el sangrado gracias al calor aplicado.
  • Elimina los acrocordones de forma permanente.