¿Cómo preparar el orégano para las arrugas?

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Para combatir las arrugas, machaca hojas frescas de orégano y déjalas macerar cuatro semanas en aceite de oliva, en un lugar fresco y oscuro. Posteriormente, filtra la mezcla y guarda el aceite resultante en un frasco opaco para su aplicación tópica diaria.
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El Secreto Antiarrugas de tu Jardín: Un Bálsamo de Orégano y Oliva

El paso del tiempo deja su huella en nuestra piel, y las arrugas son una señal inevitable, aunque no necesariamente indeseable. Mientras la industria cosmética nos inunda con cremas y sueros de precios exorbitantes, la naturaleza nos ofrece alternativas sencillas y eficaces, como el orégano. Sí, esa hierba aromática que adorna nuestras pizzas y guisos, también puede ser un aliado en la lucha contra las arrugas.

Este artículo te guiará en la preparación de un bálsamo casero a base de orégano y aceite de oliva, un tratamiento natural que, con constancia, puede ayudarte a atenuar la apariencia de las líneas de expresión. Olvídate de ingredientes complejos y procesos elaborados. La receta es sencilla, pero requiere paciencia y dedicación.

Ingredientes:

  • Un puñado generoso de hojas frescas de orégano. Es importante que sean frescas, ya que las secas pierden parte de sus propiedades. Opta por orégano orgánico si es posible, para evitar contaminantes.
  • 200 ml de aceite de oliva virgen extra. La calidad del aceite es crucial. Un aceite de oliva virgen extra de buena calidad aportará beneficios adicionales a la piel.

Preparación:

  1. Machacado: Lava cuidadosamente las hojas de orégano y sécalas con un paño limpio. A continuación, utilizando un mortero o una batidora de mano, machaca las hojas hasta obtener una pasta. No te preocupes si quedan algunos pequeños trozos. El objetivo es liberar los aceites esenciales del orégano.

  2. Maceración: Introduce la pasta de orégano en un frasco de vidrio limpio y oscuro. Vierte el aceite de oliva virgen extra sobre la pasta, asegurándote de que las hojas queden completamente sumergidas. Cierra el frasco herméticamente.

  3. Reposo: Guarda el frasco en un lugar fresco, oscuro y seco, alejado de la luz solar directa. Deja que la mezcla macere durante cuatro semanas. Durante este tiempo, agita suavemente el frasco cada dos o tres días para asegurar una correcta mezcla y extracción de los principios activos.

  4. Filtrado: Tras las cuatro semanas, filtra la mezcla utilizando un colador fino o una gasa limpia. Presiona suavemente las hojas para extraer el máximo aceite posible. Desecha las hojas maceradas.

  5. Almacenamiento: Vierte el aceite resultante en un frasco de vidrio oscuro, limpio y herméticamente cerrado. Este aceite deberá guardarse en un lugar fresco y oscuro.

Aplicación:

Aplica el bálsamo de orégano y oliva sobre la piel limpia y seca, realizando un suave masaje con las yemas de los dedos. Utilízalo diariamente, por la noche antes de acostarte, para permitir que la piel absorba los nutrientes durante la noche.

Consideraciones:

  • Prueba de alergia: Antes de aplicar el bálsamo en todo el rostro, realiza una prueba de alergia en una pequeña zona de la piel (por ejemplo, detrás de la oreja). Si no observas ninguna reacción adversa después de 24 horas, puedes proceder a su uso habitual.
  • Resultados: Los resultados pueden variar dependiendo del tipo de piel y la constancia en el uso. Es importante ser paciente y constante en la aplicación para observar los beneficios.
  • Conservación: El bálsamo casero tiene una vida útil limitada. Se recomienda utilizarlo dentro de los tres meses siguientes a su preparación.

Recuerda que este bálsamo es un complemento a una rutina de cuidado facial adecuada, que incluye una buena hidratación, protección solar y una alimentación saludable. Consulta con un dermatólogo si tienes alguna duda o condición específica de la piel. El orégano puede ser un aliado en tu rutina de belleza, pero no sustituye el consejo de un profesional.