¿Cómo se llama lo que va por encima del traje de baño?

El pareo: mucho más que una simple prenda sobre el traje de baño

El sol, la arena, el mar… la imagen perfecta de un día de playa. Y completando esa postal, además del traje de baño, una prenda ligera y vaporosa que ondea al viento: el pareo. Si bien su nombre es ampliamente conocido, pocos se detienen a pensar en su versatilidad y las posibilidades que ofrece más allá de su función principal.

El pareo, tradicionalmente una pieza rectangular de tela, generalmente de algodón, seda o rayón, se ha convertido en un imprescindible del verano. Su origen se remonta a la Polinesia, donde se utilizaba como vestimenta cotidiana. Hoy, su uso se ha extendido globalmente, adaptándose a las tendencias de la moda y convirtiéndose en un accesorio multifuncional para los días de playa y piscina.

Más allá de su función más obvia, cubrir el traje de baño, el pareo actúa como una eficaz protección contra los rayos del sol, especialmente en las horas de mayor intensidad. Su tejido ligero permite la transpiración, evitando la sensación de calor excesivo, a la vez que cubre la piel de la radiación solar.

Pero el pareo es mucho más que una simple cobertura. Su versatilidad lo convierte en un aliado indispensable para cualquier escapada veraniega. Un simple nudo y se transforma en una falda improvisada para pasear por la orilla del mar o disfrutar de un almuerzo en un chiringuito. Con unos pocos movimientos más, puede convertirse en un elegante vestido, un top o incluso un turbante para proteger el cabello del sol y la arena.

La variedad de colores y estampados permite adaptarlo a cualquier estilo y personalidad. Desde los clásicos motivos florales y tropicales, hasta diseños geométricos y abstractos, el pareo ofrece un sinfín de posibilidades para complementar el look playero.

En resumen, el pareo es mucho más que una prenda para llevar sobre el traje de baño. Es un accesorio versátil, práctico y elegante, capaz de transformar un simple look de playa en un outfit sofisticado y lleno de estilo. Un imprescindible en la maleta de verano que, con un poco de imaginación, puede dar mucho juego.