¿Cuáles son las horas que más broncean?

El mito del bronceado perfecto: ¿cuándo realmente el sol nos broncea más?

A menudo escuchamos que el mejor momento para broncearse es al mediodía, cuando el sol está en su punto más alto. Si bien es cierto que la radiación UVB, responsable del bronceado (y de las quemaduras), es más intensa alrededor del mediodía solar (usualmente entre las 12:00 y las 14:00, dependiendo de la ubicación geográfica y la época del año), esta creencia popular esconde un peligroso malentendido. Buscar el bronceado máximo en estas horas no solo es ineficiente a largo plazo, sino que también es extremadamente perjudicial para la salud de nuestra piel.

La intensidad de la radiación UVB al mediodía implica un mayor riesgo de quemaduras solares. Una quemadura no solo es dolorosa e incómoda, sino que también daña el ADN de las células de la piel, aumentando el riesgo de envejecimiento prematuro, manchas solares e incluso cáncer de piel. De hecho, un bronceado no es más que la respuesta de la piel ante una agresión, un intento de protegerse del daño solar. Pensar en él como un objetivo deseable es un error.

Entonces, ¿cuándo es el “mejor” momento para exponerse al sol, si es que lo hay? La respuesta, desde la perspectiva de la salud, es nunca buscar intencionalmente el bronceado. Si la exposición solar es inevitable, debemos tomar precauciones en todo momento, especialmente entre las 10:00 y las 16:00, cuando la radiación UV es más intensa.

En lugar de perseguir un bronceado dañino, deberíamos priorizar la protección solar. Esto incluye:

• Usar protector solar con un FPS de 30 o superior: Aplicar generosamente y reaplicar cada dos horas, o después de nadar o sudar.
• Buscar la sombra: Especialmente durante las horas centrales del día.
• Vestir ropa protectora: Utilizar prendas de manga larga, pantalones largos y sombreros de ala ancha.
• Usar gafas de sol: Protegen los ojos de los dañinos rayos UV.

En conclusión, si bien la radiación UVB es más intensa alrededor del mediodía, buscar el bronceado en estas horas es una práctica peligrosa. La salud de nuestra piel es primordial, y debemos priorizar su protección por encima de la búsqueda de un bronceado estéticamente agradable pero potencialmente dañino. La belleza real reside en una piel sana y protegida.