¿Qué colores no se pueden usar con la piel morena?

Despierta tu Belleza Morena: Los Colores que Debes Evitar (y con qué Reemplazarlos)

La piel morena es un lienzo naturalmente cálido y luminoso. Sin embargo, no todos los colores tienen la capacidad de resaltar su belleza inherente. Si bien la moda es una forma de expresión personal y no existen reglas absolutas, entender qué tonos tienden a opacar la tez morena puede ayudarte a crear un guardarropa que te favorezca y te haga sentir segura y radiante.

En general, es prudente ser cautelosa con aquellos colores que se funden con los tonos de tu piel o que compiten con su calidez natural. Específicamente, los siguientes colores, utilizados cerca del rostro, suelen no ser los más favorecedores:

• Beige y Crudos Apagados: Estos tonos neutros, aunque versátiles para muchas tonalidades de piel, en la piel morena pueden resultar insípidos y deslavados. Pueden hacer que la piel se vea opaca y sin vida, restando brillo natural.

• Café y Marrones Terrosos: Similar al beige, el café, especialmente en sus tonalidades más apagadas, puede hacer que la piel morena se vea más oscura y sin definición. Evita usarlo en blusas o cerca de la cara.

• Amarillo Canario y Mostaza: Estos amarillos, si no se combinan con los accesorios correctos o con un buen maquillaje, pueden hacer que la piel se vea amarillenta o enfermiza. Son tonos desafiantes que requieren un manejo cuidadoso.

• Naranja Quemado y Terracota: Aunque el naranja puede ser un color vibrante y atractivo, las versiones más apagadas y terrosas pueden hacer que la piel morena se vea opaca y sin brillo.

• Verde Militar y Olivo: Estos tonos verdosos, con su subtono terroso, pueden hacer que la piel se vea apagada y sin vida. No aportan la luminosidad necesaria para realzar la belleza morena.

• Dorados Apagados y Envejecidos: Si bien los dorados pueden ser muy favorecedores, las versiones más apagadas y con efecto “envejecido” pueden resultar en un look deslucido.

¿Qué hacer en lugar de evitar estos colores por completo?

La clave no es necesariamente evitar estos colores por completo, sino ser consciente de cómo los utilizas. Si te gustan estos tonos, considera las siguientes opciones:

• Úsalos en la parte inferior de tu cuerpo: Un pantalón beige, una falda café o unos zapatos verde oliva no tendrán el mismo efecto negativo que una blusa del mismo color.
• Combínalos con colores vibrantes: Si quieres usar una blusa beige, combínala con un collar llamativo en un color brillante como el fucsia, el turquesa o el rojo.
• Juega con el maquillaje: Un buen maquillaje puede compensar los efectos negativos de un color poco favorecedor. Un labial rojo intenso o un blush rosado pueden aportar el brillo que le falta a tu piel.
• Elige las versiones más luminosas: Si te gusta el dorado, opta por un dorado brillante y vibrante. Si te gusta el verde, prueba con un verde esmeralda o un verde lima.
• Accesorios estratégicos: Un pañuelo de seda con colores vibrantes alrededor del cuello puede ser la solución para no renunciar a ese suéter beige que tanto te gusta.

En lugar de enfocarte en los colores que “no se pueden usar”, te animamos a explorar y experimentar con los colores que te hacen sentir más segura y radiante. La piel morena brilla especialmente con colores vivos, intensos y llenos de luz. ¡Atrévete a lucir tu belleza natural! Piensa en fucsias, turquesas, rojos vibrantes, amarillos solares, verdes esmeraldas y púrpuras intensos. Estos colores, al entrar en contacto con tu piel, la iluminarán y resaltarán su calidez natural, haciendo que luzcas espectacular. Recuerda, la clave está en encontrar tu propio estilo y sentirte cómoda y segura con lo que llevas puesto.