¿Qué diferencia tiene el peróxido de 20 y 30?

Descifrando los volúmenes del peróxido: 20 vs. 30 para un aclarado perfecto

El peróxido, un aliado fundamental en la coloración capilar, a menudo genera dudas sobre sus diferentes presentaciones. Entender la diferencia entre los volúmenes, específicamente el de 20 y 30, es crucial para lograr el resultado deseado sin comprometer la salud del cabello. No se trata solo de números, sino de la intensidad del aclarado y, por ende, del impacto en la fibra capilar.

Mientras que ambos peróxidos actúan como agentes oxidantes que abren la cutícula del cabello para permitir la penetración del color, la concentración de peróxido de hidrógeno define su potencia aclarante. Esta concentración se mide en “volúmenes”, indicando la cantidad de oxígeno que liberan. Es aquí donde radica la principal diferencia entre el peróxido de 20 y 30 volúmenes.

El peróxido de 20 volúmenes se considera una opción suave y controlada. Su capacidad de aclarado se limita a un máximo de dos tonos, lo que lo convierte en el aliado perfecto para sutiles cambios de color, como matices suaves, retoques de raíz o la cobertura de canas. Es ideal para quienes buscan refrescar su tono natural sin una transformación drástica, minimizando el daño a la fibra capilar.

Por otro lado, el peróxido de 30 volúmenes ofrece una mayor potencia. Su capacidad de aclarado alcanza hasta tres tonos, permitiendo una transformación más visible. Esta opción es adecuada para quienes buscan un cambio de color más significativo, pasar de un tono oscuro a uno más claro o cubrir canas resistentes. Sin embargo, al ser más potente, requiere mayor precaución y un tiempo de aplicación preciso para evitar daños.

La elección entre peróxido de 20 o 30 volúmenes no debe tomarse a la ligera. Factores como el color de base del cabello, la salud capilar, el resultado deseado y la experiencia en la aplicación del producto deben ser considerados. Consultar con un profesional estilista es siempre recomendable, especialmente si se busca un cambio radical o se tiene un cabello previamente tratado químicamente. Un diagnóstico preciso y una aplicación correcta son la clave para un aclarado exitoso y un cabello sano y radiante.