¿Qué pasa si te bañas en una piscina con pH alto?

Los Peligros de Nadar en Piscinas con pH Alto

El pH de una piscina es una medida de su acidez o alcalinidad, que puede afectar significativamente a la experiencia de baño y la salud de los bañistas. Un pH alto, o alcalino, indica que el agua es más básica y puede tener consecuencias perjudiciales.

Irritación Ocular y Cutánea

Uno de los efectos más notables de un pH alto en la piscina es la irritación ocular y cutánea. El agua alcalina puede irritar las membranas mucosas sensibles de los ojos, causando enrojecimiento, picor y ardor. En casos más graves, puede provocar conjuntivitis y otros problemas oculares. También puede resecar e irritar la piel, provocando erupciones y picazón.

Disminución de la Eficacia del Desinfectante

El pH juega un papel crucial en la eficacia de los desinfectantes utilizados en las piscinas. Cuando el pH es alto, el cloro y otros desinfectantes se vuelven menos efectivos para matar bacterias y microorganismos. Esto aumenta el riesgo de enfermedades transmitidas por el agua, como la diarrea y las infecciones de oído.

Formación de Sarro

Un pH alto favorece la formación de sarro, una acumulación calcárea que puede dañar el equipo de la piscina y obstruir las tuberías. El sarro puede afectar al funcionamiento de las bombas y filtros, reduciendo su eficacia y aumentando el riesgo de averías.

Disminución de la Transparencia del Agua

El agua de las piscinas con pH alto tiende a ser turbia y menos transparente. Esto se debe a que los altos niveles de alcalinidad precipitan los minerales disueltos, formando partículas que dispersan la luz y reducen la visibilidad.

Deterioro de la Calidad del Baño

En general, un pH alto en la piscina deteriora la calidad general del baño. El agua irritada, la menor eficacia del desinfectante, la formación de sarro y la menor transparencia hacen que la experiencia de baño sea menos agradable y saludable para los bañistas.

Medidas Preventivas

Para mitigar los efectos negativos de un pH alto en las piscinas, es crucial controlar y ajustar regularmente el nivel de pH. Se recomiendan niveles de pH entre 7,2 y 7,6 para garantizar un baño seguro y agradable. Se pueden utilizar productos químicos comerciales, como reductores de pH, para reducir los niveles de pH excesivamente altos.

Además de controlar el pH, otras prácticas de mantenimiento de la piscina, como la filtración y la desinfección adecuadas, son esenciales para mantener una calidad óptima del agua. Siguiendo estas prácticas, los propietarios de piscinas pueden garantizar un entorno de baño seguro y saludable para los usuarios.