¿Qué ponerme para no quemarse con el sol en la playa?

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Para evitar quemaduras solares en la playa:

  • Usa gafas de sol con protección UV adecuada.
  • Ponte un sombrero o gorra para proteger tu cabeza y rostro.
  • Viste ropa cómoda, ligera y de colores claros.
  • Aplica protector solar en cara, manos y brazos varias veces al día.
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Un escudo contra el sol: Cómo vestirse para disfrutar la playa sin quemarse

El sol, fuente de vida y energía, también puede ser un enemigo silencioso en la playa. Sus rayos, aunque placenteros, pueden causar quemaduras dolorosas y daños a largo plazo en nuestra piel. Por eso, la elección de la vestimenta adecuada es crucial para disfrutar del mar y la arena sin sufrir las consecuencias. No se trata solo de moda, sino de protección inteligente. Aquí te presentamos una guía para blindarte contra el sol y disfrutar al máximo tus días playeros:

Más allá del protector solar: la ropa como primera línea de defensa.

Si bien el protector solar es indispensable (y hablaremos de él más adelante), la ropa actúa como una barrera física inmediata contra los rayos UV. Elegir las prendas correctas puede marcar la diferencia entre una jornada agradable y una experiencia dolorosa.

  • El poder del color: Los colores claros, especialmente el blanco, reflejan la luz solar, minimizando la absorción de calor y radiación. Opta por tonos pastel o blancos brillantes en lugar de colores oscuros que absorben el calor y aumentan la sensación de bochorno, incrementando el riesgo de quemaduras.

  • Telas inteligentes: Prioriza las telas ligeras y transpirables como el algodón o el lino. Estas permiten la circulación del aire, evitando la acumulación de calor y sudor. Además, existen tejidos con protección UV incorporada, que ofrecen una capa extra de seguridad. Busca etiquetas que indiquen el factor de protección ultravioleta (UPF). Cuanto mayor sea el UPF, mayor será la protección.

  • Cubrirse estratégicamente: Un sombrero de ala ancha no es solo un accesorio de moda, es un escudo protector para tu rostro, orejas y cuello, zonas especialmente sensibles al sol. Elige uno que te proporcione suficiente sombra. Las gorras, aunque útiles, dejan las orejas expuestas, por lo que se recomienda complementarlas con protector solar.

  • La mirada protegida: No olvides tus ojos. Unas gafas de sol con protección UV certificada son esenciales para proteger la córnea y el cristalino de los daños causados por la radiación solar. Verifica que las gafas que elijas bloqueen el 99% o el 100% de los rayos UVA y UVB.

  • El protector solar, el complemento perfecto: Aunque la ropa ofrece una excelente protección, las zonas expuestas como cara, manos, pies y brazos necesitan una capa adicional de defensa. Aplica protector solar con un FPS de 30 o superior, media hora antes de la exposición solar y reaplica cada dos horas, especialmente después de nadar o sudar.

Disfrutar del sol no tiene por qué ser sinónimo de quemaduras. Con la vestimenta adecuada y la aplicación correcta de protector solar, puedes gozar de la playa con tranquilidad y seguridad, protegiendo tu piel y tu salud a largo plazo. Recuerda que la prevención es la mejor estrategia para un verano saludable y feliz.