¿Qué puedo usar para que mi cuerpo huela rico?

El aroma que proyectamos es una parte integral de nuestra imagen personal y puede influir en cómo nos perciben los demás e incluso en cómo nos sentimos con nosotros mismos. Si buscas que tu cuerpo huela rico, más allá de la simple higiene, existen diversas opciones que van desde lo cotidiano hasta lo más específico, permitiéndote crear una fragancia personal y duradera.

Si bien Glamour recomienda jabones, cremas, aceites y brumas corporales, ampliemos este panorama para descubrir un abanico más completo de posibilidades aromáticas. Empecemos por la base: una buena higiene es fundamental. Un jabón neutro y de calidad, seguido de una exfoliación regular, eliminará las células muertas que pueden albergar bacterias causantes del mal olor. Esto prepara la piel para absorber mejor las fragancias que apliquemos posteriormente.

A partir de ahí, se abre un mundo de opciones:

• Hidratación perfumada: Las lociones corporales, cremas y mantecas, además de hidratar la piel, ofrecen una sutil y prolongada fragancia. Busca aquellas con notas que te gusten, desde florales y frutales hasta amaderadas o cítricas.
• Aceites esenciales: Unas gotas de tu aceite esencial favorito, como lavanda, rosa, sándalo o bergamota, mezcladas con tu loción corporal habitual, crean una fragancia personalizada y natural. Experimenta con diferentes combinaciones para encontrar tu aroma ideal. Recuerda que los aceites esenciales son potentes, por lo que unas pocas gotas son suficientes.
• Perfumes sólidos: Una alternativa interesante a los perfumes tradicionales. Suelen estar elaborados con ceras y aceites esenciales, lo que les otorga una textura cremosa y una fragancia más suave y duradera.
• Aguas perfumadas o brumas corporales: Ideales para refrescarse y añadir un toque de aroma durante el día. Su concentración de perfume es menor, por lo que son perfectas para climas cálidos o para quienes prefieren fragancias más sutiles.
• Aromas textiles: No olvides que la ropa también absorbe olores. Lava tu ropa con detergentes y suavizantes con fragancias agradables, o utiliza bolsitas aromáticas en tus cajones y armarios para mantener tus prendas con un olor fresco y limpio.
• Alimentación: Aunque parezca sorprendente, lo que comemos también puede influir en nuestro olor corporal. Una dieta rica en frutas y verduras, y una buena hidratación, contribuyen a un aroma corporal más fresco.

La clave para un aroma corporal agradable reside en la combinación de una buena higiene con la elección de productos que se adapten a tu piel y a tus preferencias olfativas. Explora las diferentes opciones, experimenta y crea tu propia firma aromática, reflejo de tu personalidad y estilo. Recuerda que la fragancia ideal es aquella que te hace sentir bien y te proporciona confianza.