¿Qué significa 70 fps en un protector solar?

El Misterio de los FPS 70 en Protector Solar: ¿Más es mejor?

La búsqueda de la protección solar perfecta nos lleva a una avalancha de números, siglas y promesas. Un valor habitual es el FPS, o Factor de Protección Solar. Pero, ¿qué significa realmente un FPS 70 en un protector solar? ¿Es la panacea contra las quemaduras solares, o simplemente una cifra que no marca la diferencia en la práctica?

Un FPS 70 en un protector solar bloquea el 98,6% de los rayos UVB. Esta cifra, sin duda, inspira confianza. Parece una barrera prácticamente infranqueable contra las quemaduras solares. Y, en efecto, un FPS 70, o superior, ofrece una alta protección. Pero es aquí donde entra el elemento crucial de la interpretación práctica.

Aunque la diferencia teórica entre un FPS 70 y un FPS 50, o incluso 30, es considerable en términos de porcentaje de rayos UVB bloqueados, la diferencia real en la práctica es prácticamente imperceptible. Estudios científicos han demostrado que la protección efectiva, experimentada en la piel, se estabiliza a partir de un FPS 30. Más allá de este punto, el incremento de protección no se traduce en una sensación tangible de mayor comodidad bajo el sol ni en una protección radicalmente superior.

La razón radica en la complejidad de las interacciones entre la piel, el protector solar y la radiación solar. Muchos factores, como la cantidad aplicada, la frecuencia de reaplicación y el tipo de piel, juegan un papel determinante en la protección real. Una aplicación escasa o la falta de reaplicación, incluso con un FPS 70, resultará en una menor protección que una aplicación correcta de un FPS 30.

Por lo tanto, la obsesión por el número más alto en el FPS puede ser contraproducente. En lugar de buscar la cifra más alta, la clave para una buena protección solar radica en la correcta aplicación del protector, la elección del producto adecuado para tu tipo de piel y la frecuencia de reaplicación. Concienciar a la población sobre la correcta aplicación, la importancia de la reaplicación y el papel de otros factores protectores, como la ropa y el sombrero, debería ser prioritario. Un FPS 30, aplicado correctamente y reaplicado con regularidad, puede ser tan efectivo como un FPS 70 aplicado de forma incorrecta.

En conclusión, mientras que un FPS 70 ofrece una alta protección teórica, la diferencia práctica con FPS más bajos es mínima. La clave reside en la aplicación correcta y en la comprensión de que la protección solar es un proceso constante, no un simple número en una etiqueta.