¿Cuáles son las partes de la deriva continental?

Las Partes Fundamentales de la Deriva Continental

La deriva continental es una teoría geológica revolucionaria que propone que los continentes de la Tierra se han desplazado significativamente a lo largo de millones de años. Esta hipótesis innovadora se apoya en cuatro pilares fundamentales:

1. Forma Complementaria de los Continentes:

Un examen de la forma de los continentes revela coincidencias llamativas. Por ejemplo, la costa de Sudamérica parece encajar perfectamente en la costa occidental de África. Tales coincidencias sugieren que estos continentes alguna vez estuvieron unidos y se separaron posteriormente.

2. Correspondencia de Rocas y Fósiles:

La presencia de rocas y fósiles idénticos en continentes actualmente separados proporciona pruebas adicionales de la deriva continental. Por ejemplo, se han encontrado los mismos fósiles de helechos gigantes en yacimientos de carbón en Sudamérica, África y la India, lo que indica que estas masas terrestres alguna vez estuvieron conectadas.

3. Distribución de Valles Glaciares:

La distribución de valles glaciares antiguos también respalda la teoría de la deriva continental. Las estrias y depósitos glaciales se encuentran en latitudes que actualmente no están cubiertas por glaciares, como el desierto del Sahara y el norte de Sudamérica. Esto sugiere que estos continentes alguna vez estuvieron ubicados más cerca del Polo Sur y se han desplazado posteriormente.

4. Evidencia Paleomagnética:

La evidencia paleomagnética, derivada del estudio del campo magnético de la Tierra en rocas antiguas, proporciona información adicional sobre el movimiento de los continentes. Las rocas registran la orientación del campo magnético de la Tierra cuando se formaron. Al comparar la orientación magnética de las rocas en diferentes continentes, los científicos pueden inferir su posición y movimiento relativos en el pasado.

La combinación de estas cuatro evidencias ha proporcionado un sólido andamiaje para la teoría de la deriva continental. Demuestra que los continentes no son estructuras estáticas, sino que se han movido y siguen moviéndose en respuesta a las fuerzas de convección dentro del manto de la Tierra.