¿Cuando la luz se comporta como una onda?

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La luz manifiesta su naturaleza ondulatoria en fenómenos como la interferencia y la difracción. La interferencia se observa al superponerse ondas luminosas, creando patrones de zonas reforzadas y atenuadas. La difracción, por su parte, ocurre cuando la luz se desvía al pasar por aberturas estrechas o bordes, comportamiento típico de las ondas.

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Cuando la luz se comporta como una onda

En nuestra experiencia cotidiana, la luz parece viajar en líneas rectas y rebotar en los objetos como partículas. Sin embargo, la ciencia ha demostrado que la luz también posee una naturaleza ondulatoria, que se manifiesta en fenómenos como la interferencia y la difracción.

Interferencia

La interferencia es un fenómeno que ocurre cuando dos o más ondas se superponen, creando patrones de zonas reforzadas y atenuadas. En el caso de la luz, se puede observar la interferencia al hacer brillar un láser a través de dos rendijas paralelas. La luz que pasa por las dos rendijas crea ondas que interfieren entre sí, produciendo un patrón de bandas brillantes y oscuras en una pantalla situada detrás de las rendijas.

Difracción

La difracción es un fenómeno que ocurre cuando la luz pasa por una abertura estrecha o un borde, desviándose de su trayectoria rectilínea. Este comportamiento es típico de las ondas, ya que las ondas tienden a extenderse y doblarse alrededor de los obstáculos. La difracción de la luz se puede observar al hacer brillar un láser a través de una rendija estrecha. La luz que pasa por la rendija se difracta, creando un patrón de bandas brillantes y oscuras en una pantalla situada detrás de la rendija.

Estos fenómenos de interferencia y difracción prueban de manera concluyente que la luz posee una naturaleza ondulatoria. Estas propiedades ondulatorias de la luz son esenciales para muchas tecnologías modernas, como los láseres, los hologramas y los telescopios.