¿Por qué la Estrella Polar no se mueve?

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La Estrella Polar está casi en línea con el Polo Norte, por lo que parece quedarse quieta mientras la Tierra gira. Sin embargo, no está exactamente sobre el polo, por lo que sí se mueve ligeramente.

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La inmovilidad aparente de la Estrella Polar: una exploración de una ilusión celestial

La Estrella Polar, también conocida como Polaris, ha cautivado la imaginación humana durante siglos por su aparente inmovilidad en el firmamento nocturno. Mientras las demás estrellas parecen girar alrededor del polo celestial, la Estrella Polar permanece firme, apuntando constantemente al norte verdadero. ¿Pero por qué es esto así?

La alineación casi perfecta

La inmovilidad aparente de la Estrella Polar se debe a su ubicación privilegiada casi alineada con el Polo Norte. La Tierra gira sobre su eje, un eje imaginario que pasa por los polos. Debido a que la Estrella Polar está casi directamente sobre este eje, su posición relativa a la Tierra no cambia significativamente a medida que la Tierra gira.

El ligero movimiento

Aunque la Estrella Polar parece inmóvil, en realidad está en constante movimiento. Sin embargo, este movimiento es tan pequeño que para el observador casual es imperceptible. La Estrella Polar gira alrededor del Polo Norte una vez cada 24 horas, siguiendo un camino circular llamado círculo polar. Este círculo tiene un radio de aproximadamente medio grado, lo que equivale al ancho de la Luna llena en el cielo.

El bamboleo del eje de la Tierra

Además de su movimiento circular, la Estrella Polar también se ve afectada por el bamboleo del eje de la Tierra. El eje de la Tierra no es completamente estable, sino que realiza un movimiento lento y oscilante llamado precesión, que tarda unos 26.000 años en completarse. Este bamboleo hace que la Estrella Polar se desplace gradualmente hacia el oeste a razón de unos 47 segundos de arco por año.

Conclusión

Aunque la Estrella Polar parece inmóvil en el cielo nocturno, en realidad está en constante movimiento. Sin embargo, su alineación casi perfecta con el Polo Norte y su pequeño movimiento hacen que parezca permanecer fija en su lugar. Esta inmovilidad aparente ha servido como un faro confiable para los navegantes y exploradores durante siglos, guiándolos constantemente hacia el norte.