¿Por qué se ve la Luna en la tarde?

La fascinante visión de la Luna en la tarde

La Luna, nuestro satélite natural, no es solo un espectáculo nocturno. En determinadas ocasiones, podemos vislumbrar su belleza incluso durante las horas de la tarde. Este fascinante fenómeno se atribuye a la interacción de la luz solar con la superficie lunar.

Reflexión de la luz solar

La Luna, a diferencia de la Tierra, no emite su propia luz. Su superficie, sin embargo, actúa como un reflector de la luz solar. Esta luz solar reflejada es lo que percibimos cuando miramos hacia el cielo nocturno.

Visibilidad durante todo el día

Contrariamente a la creencia popular, la Luna es visible durante todo el día. Sin embargo, su visibilidad varía según la intensidad de la luz solar reflejada. Cuando la luz del sol es intensa, como al mediodía, la luz reflejada por la Luna es demasiado débil para ser visible a simple vista.

Fases lunares y posición del Sol

La intensidad de la luz reflejada por la Luna está influenciada por su fase y su posición en relación con el Sol. Durante la Luna llena, cuando la Luna se encuentra opuesta al Sol respecto a la Tierra, su superficie está completamente iluminada. Esto da como resultado una Luna brillante y visible incluso durante la tarde.

Por el contrario, durante la Luna nueva, cuando la Luna está situada entre la Tierra y el Sol, su superficie no está iluminada. En esta fase, la Luna es invisible para los observadores terrestres.

En las fases intermedias, como la Luna creciente y la Luna menguante, solo una porción de la superficie lunar está iluminada. La visibilidad de la Luna durante estas fases depende de la cantidad de superficie iluminada y de la hora del día.

Conclusión

La aparición de la Luna en la tarde es un testimonio de la danza celestial entre el Sol, la Tierra y nuestro satélite natural. La reflexión de la luz solar en la superficie lunar, combinada con la fase lunar y la posición del Sol, determina la visibilidad de la Luna incluso durante las horas diurnas. Este fenómeno continúa cautivando a la humanidad, inspirando asombro y deleite con su belleza celestial.