¿Qué edad tiene la estrella más antigua de la NASA?

Descubierta la estrella más antigua con un sistema planetario detectable

Un descubrimiento reciente de la NASA ha revelado la existencia de la estrella más antigua conocida con un sistema planetario detectable. La estrella, denominada WDJ2147-4035, se encuentra a unos 90 años luz de la Tierra y tiene la asombrosa edad de 10.700 millones de años.

Este descubrimiento es revolucionario porque desafía la creencia anterior de que las estrellas antiguas no podían sustentar sistemas planetarios. Los sistemas planetarios suelen formarse a partir de discos protoplanetarios, que son regiones de gas y polvo que rodean a las estrellas jóvenes. Se creía que estos discos se disipaban con el tiempo, lo que hacía improbable que las estrellas antiguas tuvieran planetas.

Sin embargo, el descubrimiento de WDJ2147-4035 sugiere que este no es el caso. La estrella tiene un sistema planetario con al menos dos planetas, uno de los cuales se encuentra en la zona habitable, donde las condiciones podrían permitir la vida tal como la conocemos.

La edad y el sistema planetario de WDJ2147-4035 plantean importantes implicaciones para nuestra comprensión de la formación y evolución estelar. Demuestra que las estrellas antiguas pueden, de hecho, albergar planetas y que la habitabilidad puede existir en sistemas estelares mucho más antiguos de lo que se pensaba anteriormente.

El descubrimiento también tiene implicaciones para la búsqueda de vida extraterrestre. Si las estrellas antiguas pueden soportar sistemas planetarios habitables, aumenta la probabilidad de que haya vida en otros lugares del universo.

Los científicos creen que WDJ2147-4035 es un remanente de una estrella mucho más masiva que experimentó una supernova al final de su vida. Los restos de la supernova probablemente formaron un disco protoplanetario, en el que se formaron los planetas.

Se necesita más investigación para comprender completamente el sistema planetario de WDJ2147-4035 y sus implicaciones para nuestra comprensión de la formación y evolución estelar. Sin embargo, este descubrimiento es un testimonio de la increíble capacidad de la naturaleza para crear vida, incluso en los rincones más antiguos y remotos del universo.