¿Qué hay en dentro de la Luna?

0 ver

El análisis del interior lunar revela una estructura similar a la Tierra, con un manto externo fluido y un núcleo interno sólido, rico en metales densos como el hierro. Estudios precisos han determinado las dimensiones de estas capas, ofreciendo una comprensión detallada de la composición lunar.

Comentarios 0 gustos

El enigma del interior lunar: Explorando las entrañas de nuestro vecino celestial

La Luna, nuestro satélite natural, ha intrigado a la humanidad durante siglos. Si bien su superficie ha sido ampliamente estudiada, el interior lunar aún guarda muchos misterios. Sin embargo, los avances en las técnicas de exploración espacial han brindado información valiosa sobre la estructura interna de la Luna.

Al igual que la Tierra, la Luna posee una estructura diferenciada compuesta por varias capas:

Corteza:
La corteza lunar es la capa más externa, con un espesor que varía entre 30 y 100 kilómetros. Está compuesta principalmente por rocas anortosíticas, ricas en el mineral plagioclasa.

Manto:
Debajo de la corteza se encuentra el manto, que se extiende hasta una profundidad de unos 1.000 kilómetros. El manto es principalmente rocoso, pero se cree que contiene una zona parcialmente fundida conocida como astenosfera, lo que sugiere un manto fluido.

Núcleo:
El núcleo de la Luna es una esfera sólida con un diámetro de unos 600 kilómetros. Está compuesto principalmente de hierro y níquel, lo que le confiere una alta densidad.

El núcleo lunar es relativamente pequeño en comparación con el de la Tierra. Su radio es de solo alrededor del 20% del radio de la Luna, mientras que el núcleo terrestre constituye aproximadamente el 55% del radio de la Tierra. Esta diferencia sugiere que la Luna se formó a partir de un impacto gigante entre la Tierra y un protoplaneta llamado Theia. El impacto vaporizó una gran parte del manto de la Luna, dejando un núcleo relativamente pequeño.

El interior lunar juega un papel crucial en la generación del campo magnético de la Luna. Si bien la Luna actualmente no tiene un campo magnético global, estudios recientes han revelado la presencia de campos magnéticos locales en algunas áreas. Estos campos magnéticos son probablemente generados por la circulación del material conductor dentro del núcleo lunar.

Explorar el interior lunar sigue siendo un área activa de investigación. Las futuras misiones espaciales, como la Artemis de la NASA, tienen como objetivo recopilar datos adicionales sobre la composición y estructura de la Luna, brindando una mayor comprensión de su evolución y formación.