¿Qué planeta está más serca de la Luna?

El planeta más cercano a la Luna no es lo que parece

Cuando miramos hacia el cielo nocturno, podemos observar que la Luna suele estar acompañada por un brillante compañero: Venus. Sin embargo, esta proximidad aparente es simplemente una ilusión óptica, un resultado fascinante de las órbitas y posiciones de estos cuerpos celestes.

De hecho, Venus no es el planeta más cercano a la Luna. Ese honor corresponde a la Tierra, nuestro propio planeta natal. La distancia promedio entre la Tierra y la Luna es de aproximadamente 384.400 kilómetros. Por el contrario, la distancia promedio entre la Tierra y Venus es de unos 41 millones de kilómetros.

¿Entonces, por qué Venus parece estar tan cerca de la Luna? La respuesta radica en una combinación de factores.

Órbitas y alineaciones

Venus y la Luna tienen órbitas diferentes alrededor de la Tierra. Venus tiene una órbita elíptica, lo que significa que su distancia desde la Tierra varía a lo largo de su trayectoria. Mientras tanto, la Luna tiene una órbita casi circular alrededor de la Tierra.

Cuando Venus se encuentra en el punto más cercano a la Tierra, conocido como perihelio, puede parecer muy cerca de la Luna. Esto se debe a que desde nuestra perspectiva terrestre, Venus y la Luna pueden estar alineadas en el cielo nocturno.

Ilusión óptica

La apariencia de proximidad entre Venus y la Luna se ve reforzada por una ilusión óptica. Cuando dos objetos de diferentes tamaños están cerca uno del otro, el objeto más pequeño (la Luna) puede parecer más grande y más cercano de lo que realmente es.

Este efecto se conoce como ilusión de Ebbinghaus. Aunque la Luna es significativamente más pequeña que Venus, su proximidad aparente en el cielo puede hacer que parezca mucho más grande.

Conclusión

La cercanía aparente de Venus a la Luna es una ilusión óptica que surge de sus órbitas y posiciones desde nuestra perspectiva terrestre. Si bien pueden parecer vecinas en el cielo nocturno, en realidad están separadas por millones de kilómetros. La verdadera proximidad a la Luna pertenece a nuestro propio planeta, la Tierra.