¿Cómo se le quita lo salado al carro?

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Para eliminar la sal del coche, es fundamental un lavado a fondo con agua y jabón. Se recomienda usar una pistola de agua a presión para un mejor resultado. Presta especial atención a las ruedas, llantas y neumáticos, donde se acumula la mayor cantidad de suciedad y restos de sal.
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Eliminar la Sal del Coche: Un Guía Completa para la Limpieza Post-Invierno

El invierno, con sus condiciones climatológicas adversas, deja un lastre en nuestros vehículos: la sal. Esta sustancia, utilizada para derretir el hielo en las carreteras, puede dañar la carrocería, las llantas y los neumáticos de nuestro coche si no se elimina adecuadamente. Este artículo ofrece una guía completa para deshacerse de la sal y preparar tu coche para la primavera.

Más allá de una simple limpieza, eliminar la sal es crucial para mantener el vehículo en buen estado. La sal, al ser corrosiva, puede penetrar en las superficies y generar óxido. Una limpieza superficial no será suficiente; es fundamental un proceso meticuloso.

El Lavado Profundo: El Primer Paso

El primer paso para eliminar la sal es un lavado a fondo. No se trata de un simple enjuague, sino de una limpieza integral que garantice la eliminación de la mayor cantidad posible de residuos salinos.

  • El agua a presión es tu mejor aliada: Una pistola de agua a presión facilitará la eliminación de la sal y la suciedad incrustada, especialmente en las zonas más complicadas. En lugar de un simple chorro, utiliza el ajuste de la pistola para un flujo preciso y evitar dañar la pintura.

  • Agua y jabón: No te limites a un simple agua. Un detergente específico para coches o un jabón suave ayudarán a remover la suciedad y disolver los restos de sal que la adherían a la superficie. Asegúrate de que el jabón no sea abrasivo, para no dañar la pintura.

Más allá del Exterior: Las Partes Clave

No solo la carrocería está afectada. Las áreas donde la concentración de sal es mayor, como las ruedas, las llantas y los neumáticos, requieren una atención especial.

  • Ruedas y llantas: La sal se acumula en las zonas de unión de las ruedas y las llantas, creando grietas e incluso oxidación. Limpia estas áreas con cuidado, usando un cepillo suave o un cepillo de cerdas de nylon para eliminar los residuos, y luego un enjuague abundante de agua a presión.

  • Neumáticos: La sal puede afectar el caucho de los neumáticos. Asegúrate de limpiar los surcos y las zonas alrededor de la llanta, eliminando cualquier resto de sal o suciedad que se haya adherido.

Consejos Adicionales para una Limpieza Eficaz:

  • Comienza desde arriba: Lava el coche desde la parte superior, para evitar arrastrar la suciedad hacia abajo y dañarla.

  • Seca meticulosamente: Después de lavar, seca el coche completamente con un paño suave o una toalla absorbente, eliminando cualquier resto de agua que pueda favorecer la oxidación.

  • Protección extra: Después del lavado, considera aplicar un tratamiento protector para la pintura. Esto ayudará a prevenir la formación de óxido y a mantener el vehículo en óptimas condiciones.

  • No abuses de la presión: Un chorro de agua a presión excesiva puede dañar la pintura o los selladores.

  • Revisa con regularidad: Si encuentras zonas con marcas de sal o residuos que no se quitan fácilmente, repite el proceso o consulta a un profesional.

Siguiendo estas recomendaciones, puedes asegurar una limpieza profunda y eficaz que te ayudará a preservar la integridad de tu coche tras el invierno, y evitar que la sal cause daños duraderos.