¿Cómo lavar ropa usada con sal?

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Remoja la prenda usada en una palangana con agua caliente y sal marina gruesa durante una hora. Este proceso ayuda a eliminar posibles restos y refrescar los tejidos. Luego, lava la prenda de la forma habitual. Considera que el uso de amoníaco para eliminar manchas puede ser riesgoso y es mejor optar por alternativas más seguras y específicas para cada tipo de tejido.

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Refresca tu Ropa Usada con un Baño de Sal Marina

Comprar ropa de segunda mano es una excelente opción para ahorrar dinero, ser más sostenibles y encontrar piezas únicas. Sin embargo, a veces estas prendas pueden llegar con un ligero olor a “usado” o con restos de suavizante que no nos agradan. Antes de recurrir a productos químicos agresivos, existe un truco sencillo y natural para refrescar las prendas de segunda mano: un baño de sal marina.

Olvídate del amoníaco, un producto potencialmente peligroso para la salud y el medio ambiente. En su lugar, te proponemos una alternativa mucho más suave y accesible: la sal marina gruesa. Este ingrediente común en nuestras cocinas posee propiedades desodorizantes y limpiadoras que pueden ayudar a revitalizar tus prendas usadas.

El proceso es simple:

  1. Prepara la solución salina: Llena una palangana o recipiente amplio con agua caliente. No uses agua hirviendo, ya que podría dañar algunos tejidos. Añade un puñado generoso de sal marina gruesa, aproximadamente media taza por cada litro de agua. Remueve bien hasta que la sal se disuelva completamente.

  2. Sumerge la prenda: Introduce la prenda usada en la solución salina, asegurándote de que esté completamente sumergida. Deja la prenda en remojo durante una hora. Este tiempo permitirá que la sal actúe sobre los tejidos, absorbiendo posibles olores y residuos.

  3. Lava como de costumbre: Transcurrida la hora, retira la prenda de la solución salina y lávala siguiendo las instrucciones de la etiqueta. Puedes utilizar tu detergente habitual y el ciclo de lavado que corresponda al tipo de tejido.

Este sencillo baño de sal marina no solo ayuda a eliminar los olores persistentes, sino que también puede contribuir a fijar los colores y suavizar las fibras de la prenda. Es una alternativa natural, económica y eficaz a los productos químicos agresivos como el amoníaco.

Recuerda que para manchas específicas, lo mejor es consultar la etiqueta de la prenda y optar por quitamanchas específicos para el tipo de tejido y la naturaleza de la mancha. No uses amoníaco, ya que puede dañar las fibras y representar un riesgo para tu salud. Con un poco de cuidado y la ayuda de la sal marina, podrás disfrutar de tus prendas de segunda mano como nuevas.