¿Cómo moler sal en polvo sin molinillo?

Moler sal en polvo sin molinillo: alternativas creativas (y una advertencia)

¿Necesitas sal molida finamente, pero tu molinillo de sal está en el cajón del olvido? No te preocupes, existen alternativas, aunque no todas sean igual de prácticas o económicas. Una opción, que a priori puede parecer inusual, es la sal para palomitas de maíz.

Su textura, como ya hemos apuntado, se asemeja a un polvo. Este fino grano, logrado a través de un proceso de molienda mucho más preciso que el que se podría lograr manualmente, la hace una alternativa potencialmente viable. La sal para palomitas se dispensa fácilmente con el práctico agitador que suele acompañarla. Este pequeño detalle, a menudo pasado por alto, puede ser crucial para su uso como sustituto del molinillo.

Ventajas:

• Textura fina: La característica clave de este producto es su gran finura, ideal para lograr una distribución uniforme de la sal.
• Fácil dispensación: Su envase, con agitador incluido, permite un control preciso de la cantidad de sal.

Desventajas:

• Precio: La sal para palomitas, incluso en envases pequeños, suele ser considerablemente más cara que la sal común en grano. Esto la convierte en una solución a corto plazo, o para situaciones muy puntuales.
• Disponibilidad: Aunque la sal para palomitas es cada vez más fácil de encontrar, no es universalmente accesible, en especial en zonas rurales.

Alternativas más económicas:

Si la sal para palomitas supera tu presupuesto, existen alternativas más económicas. Puedes usar un mortero y un pilón para moler manualmente la sal en grano. Esta opción, aunque laboriosa, es la alternativa más accesible.

Precauciones:

Si eliges moler sal de forma manual con un mortero y un pilón, recuerda el potencial de deterioro que puede causar la humedad. Almacena la sal molida en recipientes herméticos para evitar la absorción de humedad.

Conclusión:

La sal para palomitas de maíz puede ser una solución viable para la falta de un molinillo, especialmente si necesitas sal muy fina y en cantidades pequeñas. Sin embargo, su coste la convierte en una alternativa más para uso ocasional. Para un uso diario, la opción más recomendable, y económica, sigue siendo un molinillo, o la molienda manual si se dispone de los utensilios apropiados. Recuerda que la mejor opción dependerá de tus necesidades, presupuesto y la disponibilidad de las diferentes alternativas.