¿Cómo se debe comer con etiqueta?

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La etiqueta en la mesa exige que el anfitrión inicie la comida, la servilleta se coloque en el regazo, los cubiertos se utilicen del exterior hacia el interior, se mantenga una postura correcta y los móviles se mantengan lejos de la mesa, mostrando respeto por los comensales.

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El Arte de Comer con Elegancia: Desvelando los Secretos de la Etiqueta en la Mesa

En un mundo donde la velocidad y la informalidad a menudo dominan, redescubrir la elegancia de la etiqueta en la mesa puede ser un acto de sofisticación y consideración hacia los demás. Comer con etiqueta no se trata solo de seguir reglas arcaicas, sino de cultivar un ambiente agradable y respetuoso, permitiendo que la conversación fluya y la experiencia gastronómica se disfrute al máximo.

Más allá de la mera formalidad, la etiqueta en la mesa refleja nuestro respeto por el anfitrión, los otros comensales y la comida que se nos presenta. Es un lenguaje silencioso que comunica cortesía y consideración. Pero, ¿cómo se domina este arte? Aquí desvelamos las claves para desenvolverte con elegancia en cualquier situación social:

El Anfitrión Marca el Ritmo:

La señal para comenzar a comer la da el anfitrión. Paciencia y observación son fundamentales. Espera a que el anfitrión tome el primer bocado antes de empezar tú. Esta pequeña cortesía demuestra deferencia y evita que alguien se sienta incómodo comiendo solo.

La Servilleta: Tu Aliada Silenciosa:

Tan pronto como te sientes, despliega la servilleta y colócala suavemente sobre tu regazo. Su función principal es proteger tu ropa de posibles accidentes, pero también sirve para limpiarte discretamente los labios antes de beber y al finalizar la comida. No la utilices como un pañuelo de papel. Al terminar la comida, dóblala ligeramente y déjala a la izquierda del plato.

Cubiertos: Un Viaje del Exterior al Interior:

La disposición de los cubiertos no es aleatoria. Generalmente, se utilizan de afuera hacia adentro, siguiendo el orden de los platos que se servirán. Si te encuentras con dudas, observa al anfitrión o a otros comensales para guiarte. Recuerda, cada cubierto tiene su propósito, desde la cuchara para la sopa hasta el tenedor especial para el pescado.

Postura: Elegancia a Través de la Comodidad:

Una buena postura no solo es importante para la salud de tu espalda, sino que también irradia confianza y respeto. Siéntate derecho pero relajado, con los pies apoyados en el suelo. Evita encorvarte sobre el plato o apoyar los codos sobre la mesa (a menos que no estés comiendo).

Móviles: Silencio Respetuoso:

En la era digital, este punto es crucial. Mantén tu teléfono móvil fuera de la vista y en silencio durante la comida. Atender llamadas o revisar mensajes interrumpe la conversación y demuestra falta de atención a los presentes. Dedica ese tiempo a conectar con las personas que te acompañan y a disfrutar de la comida.

Más Allá de las Reglas: Consideración y Empatía:

En última instancia, la verdadera etiqueta en la mesa va más allá del cumplimiento estricto de las reglas. Se trata de ser considerado y empático con los demás. Evita hablar con la boca llena, mastica con la boca cerrada, y ofrece ayuda si ves que alguien la necesita. Sé un comensal atento y amable, y contribuirás a crear una experiencia memorable para todos.

Dominar la etiqueta en la mesa no es un proceso que ocurre de la noche a la mañana. Requiere práctica, observación y, sobre todo, una genuina intención de ser cortés y considerado. Con el tiempo, estas reglas se convertirán en hábitos, y te sentirás cómodo y confiado en cualquier situación, proyectando una imagen de elegancia y refinamiento.