¿Por qué lado se retiran los platos de una mesa?

La Discreta Diplomacia del Servicio: El Arte de Retirar los Platos

El acto aparentemente simple de retirar los platos de una mesa es, en realidad, una pequeña coreografía social que exige delicadeza, eficiencia y una pizca de intuición. Más allá de la simple limpieza, la correcta retirada de la vajilla contribuye a la fluidez y armonía de una comida, ya sea una cena informal entre amigos o un evento formal. Y la clave, como en muchas otras convenciones sociales, radica en el detalle.

Contrariamente a lo que algunos podrían pensar, no existe una regla universalmente escrita e inamovible sobre cómo retirar los platos. Sin embargo, la etiqueta formal, y la simple lógica práctica, dictan una serie de pautas que garantizan un servicio impecable y respetuoso. La principal de ellas es la dirección: se retiran los platos por la derecha del comensal.

¿Por qué la derecha? Esta norma facilita el movimiento fluido del personal de servicio y evita colisiones o interferencias con los comensales. Imaginemos un servidor intentando retirar un plato por la izquierda: la probabilidad de golpear el brazo o el cuerpo del comensal es significativamente mayor. Además, la mayoría de las personas son diestras, por lo que el acercamiento por la derecha resulta más natural y menos intrusivo.

Pero la dirección es solo el primer paso. La retirada correcta implica una secuencia precisa:

1. Observación discreta: Antes de cualquier acción, un servidor atento observa si el comensal ha finalizado su plato. No se trata de una inspección exhaustiva, sino de una mirada sutil que detecta si el cuchillo y el tenedor están colocados paralelamente en el plato (una señal universal de que se ha terminado de comer).

2. Confirmación amable: Una vez observada la señal o, en caso de duda, se debe confirmar discretamente con una pregunta educada: “¿Puedo retirar su plato?”. Este gesto evita incomodidades y demuestra un respeto por el comensal.

3. Sección por sección: Se procede a la retirada siguiendo un orden lógico. Se empiezan por los elementos más alejados del comensal, como el plato de pan o las copas, avanzando gradualmente hacia los más cercanos: el plato principal, los cubiertos y, por último, la servilleta (si está usada).

4. Coordinación de cubiertos: Los cubiertos se retiran junto con el plato correspondiente, evitando movimientos innecesarios y manteniendo la presentación de la mesa ordenada.

5. Sin prisas, con elegancia: La retirada de los platos no debe ser una tarea apresurada. Se realiza con movimientos suaves y delicados, evitando ruidos innecesarios y mostrando un profesionalismo impecable.

En resumen, retirar los platos correctamente es mucho más que una simple tarea doméstica. Es un arte que combina la eficiencia con la discreción y el respeto al comensal, contribuyendo a crear una experiencia gastronómica placentera e inolvidable. Siguiendo estas pautas, cualquier anfitrión o servidor podrá demostrar una elegancia y profesionalismo que elevará cualquier evento.