¿Qué es bueno beber para la acidez de estómago?

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Para la acidez estomacal, el agua es crucial. Beber entre 1,5 y 2 litros al día, a temperatura ambiente, ayuda a hidratar y equilibrar el pH estomacal, evitando irritar la mucosa. Esto es especialmente importante en climas cálidos.
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Remedios naturales para combatir la acidez estomacal: el poder del agua

La acidez estomacal es una afección común que puede provocar malestar, ardor y dolor abdominal. Cuando el ácido del estómago fluye hacia el esófago, causa inflamación y malestar. Si bien hay varios medicamentos y tratamientos disponibles para tratar la acidez estomacal, existen también remedios naturales efectivos, como el consumo de agua.

El agua: un aliado contra la acidez estomacal

El agua juega un papel crucial en el alivio de la acidez estomacal. Su naturaleza alcalina ayuda a neutralizar el ácido estomacal y reducir la acidez general. Además, beber agua ayuda a:

  • Hidratar las mucosas: El agua lubrica las mucosas del esófago y el estómago, creando una barrera protectora contra el ácido.
  • Promover la digestión: El agua ayuda a diluir los alimentos y los jugos gástricos, facilitando la digestión y reduciendo el riesgo de reflujo.
  • Regular la motilidad gástrica: El agua estimula los movimientos peristálticos, que ayudan a mover los alimentos a través del tracto gastrointestinal, previniendo el estancamiento y la acumulación de ácidos.

Cómo consumir agua para combatir la acidez estomacal

Para obtener los máximos beneficios para la acidez estomacal, es importante consumir agua de manera adecuada:

  • Cantidad: Se recomienda beber entre 1,5 y 2 litros de agua al día, especialmente durante los climas cálidos.
  • Temperatura: Se prefiere el agua a temperatura ambiente, ya que el agua fría puede estimular la producción de ácido estomacal.
  • Momento: Beber un vaso de agua antes de las comidas puede ayudar a diluir los jugos gástricos y reducir la acidez.

Si bien el agua es un remedio natural efectivo para la acidez estomacal, es importante consultar con un profesional de la salud para descartar cualquier afección subyacente y determinar el mejor curso de tratamiento.