¿Qué es el agua destilada y se puede tomar?

El Misterio del Agua Destilada: ¿Un Elixir o un Mito?

El agua, elemento vital para la vida, se presenta en diversas formas y con diferentes grados de pureza. Entre ellas, el agua destilada ocupa un lugar peculiar, a menudo rodeado de cierta confusión y mitos. ¿Qué es exactamente el agua destilada y, lo más importante, se puede beber sin riesgo?

El agua destilada es agua que ha sido sometida a un proceso de purificación llamado destilación. Este proceso consiste en hervir el agua y luego condensar el vapor resultante. Al hacerlo, se eliminan la gran mayoría de las impurezas, incluyendo minerales disueltos (como calcio, magnesio, sodio), microorganismos (bacterias, virus, protozoos) y contaminantes químicos (pesticidas, metales pesados, etc.). Esencialmente, la destilación separa el agua pura de cualquier otra sustancia presente.

Precisamente esta pureza es lo que genera interrogantes en torno a su consumo. A diferencia del agua del grifo o incluso del agua embotellada mineral, el agua destilada carece de esos minerales que, aunque en pequeñas cantidades, contribuyen a la mineralización del organismo. Sin embargo, esto no significa que sea dañina. La afirmación de que el agua destilada “lava” los minerales del cuerpo es un mito; el cuerpo regula el balance electrolítico mediante un complejo proceso metabólico, y la cantidad de minerales presentes en el agua destilada no es determinante en este proceso.

Entonces, ¿se puede beber agua destilada? La respuesta corta es sí. El agua destilada es, por su proceso de purificación, apta para el consumo humano. No necesita ningún tratamiento adicional de potabilización. Su pureza la hace ideal para aplicaciones médicas, en laboratorios o en procesos industriales donde la ausencia de impurezas es crucial.

No obstante, aunque segura, el consumo exclusivo de agua destilada a largo plazo podría tener algunas consecuencias, principalmente por la falta de minerales. Si bien el cuerpo puede obtener estos minerales de otros alimentos, un consumo prolongado y únicamente de agua destilada podría, en casos extremos y personas con necesidades específicas, contribuir a deficiencias minerales. Se recomienda, por tanto, un consumo moderado y diversificado, integrándola a una dieta balanceada que provea los minerales necesarios.

En resumen, el agua destilada es un producto seguro y purificado, ideal para usos específicos. Su consumo es posible y no implica un riesgo inmediato para la salud, pero no debe ser la única fuente de hidratación. Una dieta equilibrada y un consumo variado de líquidos, que incluyan otras fuentes de agua con su respectiva mineralización natural, son fundamentales para una salud óptima. El agua destilada, lejos de ser un elixir mágico, es una herramienta más en el cuidado de nuestra salud, que debe utilizarse con conocimiento y moderación.