¿Qué es más sano, huevo cocido o frito?

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La cocción no hace que los huevos sean más saludables que fritos. La nutricionista Mónica Barreal afirma que todas las formas de cocción del huevo son igual de saludables, y la yema contiene más nutrientes.

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Huevo cocido vs. huevo frito: ¿Hay una opción “más sana”? La verdad detrás del mito.

La eterna pregunta que surge en la cocina, especialmente entre aquellos preocupados por la salud: ¿es mejor un huevo cocido que uno frito? La respuesta, contrariamente a lo que muchos creen, es sorprendentemente sencilla: no hay una opción intrínsecamente más sana. Aunque la imagen del huevo cocido evoca limpieza y ligereza, y la del frito, quizás, un exceso de grasa, la realidad nutricional es más matizada.

La nutricionista Mónica Barreal desmiente el mito de la superioridad del huevo cocido en términos de salud. Afirma categóricamente que todas las formas de cocción del huevo –cocido, frito, poché, revuelto– conservan esencialmente los mismos nutrientes. La diferencia radica, principalmente, en la cantidad de grasa añadida durante el proceso.

Un huevo frito, si se cocina con una mínima cantidad de aceite o, idealmente, utilizando métodos como la cocción en sartén antiadherente con un spray de aceite, aporta prácticamente la misma cantidad de proteínas, vitaminas (como la A, D, E y K), minerales (como el hierro y el selenio) y colina (fundamental para la salud cerebral) que un huevo cocido. La creencia de que el huevo frito “pierde” nutrientes durante la cocción es un error común. El calor, en las cantidades utilizadas para la cocción de un huevo, no afecta significativamente la biodisponibilidad de sus nutrientes.

La clave, entonces, no reside en el método de cocción, sino en la cantidad de grasa adicional que se incorpora. Un huevo frito en abundante aceite aportará, sin duda, más calorías y grasas saturadas que un huevo cocido. Sin embargo, controlar la cantidad de aceite empleado en la fritura permite minimizar esta diferencia, acercando su perfil nutricional al del huevo cocido.

La yema, a menudo objeto de recelo por su contenido en colesterol y grasas, es en realidad una fuente invaluable de nutrientes. Contiene una alta concentración de vitaminas, minerales y antioxidantes esenciales, por lo que descartarla representa una pérdida significativa de valor nutricional. Tanto en el huevo frito como en el cocido, la yema conserva íntegramente sus propiedades.

En conclusión, la elección entre huevo cocido y huevo frito no debe basarse en criterios de salud intrínsecos a la cocción. La mejor opción dependerá de las preferencias personales y de la consciencia de controlar la cantidad de grasa añadida en la preparación. Priorizar un método de cocción con mínima adición de grasas, sea este la cocción a baja temperatura en sartén antiadherente o la cocción en agua, será siempre la opción más saludable. Lo verdaderamente importante es disfrutar de este alimento tan completo y nutritivo como parte de una dieta equilibrada.