¿Qué es mejor, huevo frito o sancochado para ganar masa muscular?

El huevo: frito o sancochado, ¿cuál beneficia más la masa muscular?

La búsqueda de la masa muscular ideal suele incluir una dieta estratégica y, dentro de ella, la elección de alimentos proteicos de alta calidad. Entre los candidatos se encuentra, por supuesto, el huevo. Pero, ¿qué opción culinaria, el huevo frito o el sancochado, es la mejor aliada en este objetivo? A pesar de su aparente similitud, existen matices importantes que influyen en la absorción de nutrientes y, por ende, en el crecimiento muscular.

Si bien ambos aportan proteínas esenciales para la construcción y reparación de tejidos musculares, la forma de cocción juega un papel fundamental. El huevo sancochado, cocinado al vapor o en agua hirviendo, emerge como la opción más ventajosa para maximizar la ganancia de masa muscular.

La principal razón radica en la preservación de los nutrientes. Durante la fritura, el huevo se expone a altas temperaturas, lo que puede provocar la desnaturalización de algunas proteínas, afectando su biodisponibilidad. Además, el aceite utilizado en la fritura, si no se controla adecuadamente, puede aumentar la ingesta de grasas saturadas, lo cual, si no se maneja correctamente, podría tener un impacto negativo en la composición corporal ideal. El huevo sancochado, por otro lado, conserva mejor sus proteínas y su valor nutricional completo. Las proteínas, especialmente, mantienen su estructura intacta, lo que facilita su absorción y utilización por parte del cuerpo.

Esta mejor biodisponibilidad de proteínas no se traduce únicamente en una mayor eficiencia en la construcción muscular, sino también en una mejor digestión. El huevo sancochado es más fácil de digerir, lo que reduce la carga sobre el sistema digestivo y permite que el cuerpo enfoque sus recursos en el crecimiento muscular.

No obstante, esto no significa que el huevo frito deba ser descartado completamente. Una opción intermedia, clave, es considerar la cantidad y el tipo de aceite utilizado para la fritura. El uso de aceites saludables como el de oliva virgen extra, en cantidades moderadas, puede minimizar los impactos negativos. En cualquier caso, la frecuencia de consumo de huevo frito debe estar adaptada a las necesidades individuales.

En definitiva, si el objetivo es maximizar la ganancia de masa muscular, el huevo sancochado se presenta como la opción más recomendable. Su proceso de cocción preserva mejor los nutrientes, facilita la absorción de proteínas y optimiza la digestión. Sin embargo, una dieta equilibrada y un entrenamiento adecuado, junto con la elección de una o la otra variante, son cruciales para alcanzar el objetivo.