¿Qué pasa si me tomo un agua vencida?

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Beber agua embotellada después de la fecha de consumo preferente generalmente no representa un riesgo para la salud, según la OMS. La fecha indica cuándo el sabor y la calidad óptimos pueden verse afectados, no implica un peligro inmediato para la salud. No existe una fecha de caducidad para el agua potable envasada.
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El Misterio del Agua Vencida: ¿Debo Preocuparme?

La mayoría de nosotros hemos estado ahí: en la despensa, buscando una bebida refrescante, y nos encontramos con una botella de agua con una fecha de consumo preferente ya superada. La pregunta inmediata surge: ¿Puedo beberla sin riesgo? La respuesta, aunque tranquilizadora, requiere una explicación detallada.

Contrario a la creencia popular, el agua embotellada no “se vence” en el sentido de volverse inmediatamente peligrosa para la salud después de una fecha determinada. A diferencia de otros alimentos perecederos, el agua no contiene microorganismos que proliferen rápidamente y la vuelvan tóxica. La fecha que aparece en la botella, generalmente denominada “fecha de consumo preferente” o “mejor antes de”, se refiere principalmente a la calidad organoléptica del producto. Esto significa que después de esa fecha, el sabor, el olor y la transparencia del agua pueden verse alterados. Podría desarrollar un ligero sabor a plástico, o simplemente no tener el frescor que se espera de un agua recién embotellada.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) respalda esta afirmación. Según la OMS, beber agua embotellada después de su fecha de consumo preferente generalmente no supone un riesgo significativo para la salud. La fecha indica cuándo el fabricante garantiza la calidad óptima del producto, pero no implica que se vuelva insegura para el consumo inmediatamente después. Es importante destacar que no existe una fecha de caducidad para el agua potable envasada.

Sin embargo, existen algunas salvedades. Si la botella está dañada, abollada, o presenta signos de deterioro, como grietas o fugas, es mejor desecharla. En estos casos, existe la posibilidad de contaminación con bacterias o sustancias extrañas. Del mismo modo, si el agua presenta un olor o sabor inusualmente desagradable, incluso antes de la fecha de consumo preferente, es recomendable no consumirla. La confianza en nuestros sentidos es fundamental en estos casos.

En resumen, encontrar una botella de agua con una fecha vencida no debería generar pánico. Si la botella está en buen estado y el agua no presenta alteraciones en su olor o sabor, es probable que sea segura para el consumo. Sin embargo, priorizar siempre el consumo de agua con su fecha de consumo preferente vigente es la mejor práctica para garantizar una experiencia óptima. La prevención, en este caso, se resume en verificar la fecha antes de consumir y observar atentamente el estado de la botella.