¿Qué tan seguro es tomar agua hervida?

4 ver
El agua hervida es una forma segura y efectiva de potabilizarla, eliminando microorganismos dañinos y reduciendo el riesgo de enfermedades. Es especialmente recomendable en zonas con calidad del agua dudosa.
Comentarios 0 gustos

El agua hervida: ¿Una garantía de seguridad o una falsa sensación de tranquilidad?

El agua, elemento esencial para la vida, puede convertirse en un vector de enfermedades si no se consume en condiciones óptimas. La ebullición se presenta como una solución ancestral y accesible para potabilizar el agua, pero ¿hasta qué punto garantiza su seguridad? La respuesta, como suele ocurrir, es matizada.

Es cierto que hervir el agua es un método efectivo para eliminar la gran mayoría de los microorganismos patógenos, incluyendo bacterias como E. coli y Salmonella, así como virus como el rotavirus y ciertos protozoos. El calor destruye las estructuras celulares de estos organismos, haciéndolos inofensivos. Por ello, en zonas con acceso limitado a agua potable o con fuentes de agua potencialmente contaminadas – como zonas rurales, países en desarrollo o tras desastres naturales – hervir el agua es una estrategia vital para prevenir enfermedades diarreicas, cólera y otras afecciones graves.

Sin embargo, hablar de “seguridad absoluta” es una simplificación excesiva. Hervir el agua no elimina:

  • Contaminantes químicos: Pesticidas, metales pesados (plomo, mercurio, arsénico), y otros compuestos químicos persistentes no se ven afectados por la ebullición. El agua hervida puede seguir siendo insegura si la fuente original está contaminada con estos elementos.
  • Algunos parásitos: Ciertos quistes de parásitos, como los de Giardia lamblia y Cryptosporidium parvum, pueden resistir temperaturas de ebullición relativamente cortas. Para eliminarlos completamente, se requiere un tiempo de ebullición prolongado.
  • Sustancias radioactivas: La ebullición no elimina la contaminación radioactiva.

Además, la calidad del agua hervida también depende de la calidad de los recipientes utilizados. Utilizar recipientes metálicos deteriorados puede liberar metales pesados en el agua, contaminándola. Es fundamental utilizar recipientes limpios y de materiales seguros para el contacto con alimentos.

Por lo tanto, si bien hervir el agua es una herramienta fundamental para eliminar la mayoría de los microorganismos nocivos, es crucial comprender sus limitaciones. No se trata de una solución universal para todas las formas de contaminación acuífera. En zonas con problemas de contaminación química o de parásitos resistentes al calor, es necesario recurrir a métodos de potabilización más completos, como la filtración con filtros adecuados o la utilización de métodos de desinfección química bajo supervisión de expertos.

En resumen, el agua hervida ofrece una notable mejora en la seguridad del agua para consumo humano, pero no representa una garantía total. Su eficacia depende de la calidad original del agua y de la correcta ejecución del proceso de ebullición. Es importante complementar esta técnica con otras medidas de higiene para minimizar los riesgos asociados al consumo de agua.