¿Cómo saber si me contagio de Salmonella?

Cómo saber si me contagié de Salmonella

La salmonelosis es una infección bacteriana que generalmente se transmite por el consumo de alimentos o agua contaminados. Si bien es posible que muchas personas infectadas no presenten síntomas, la mayoría experimentará diarrea, fiebre y fuertes dolores abdominales entre 8 y 72 horas después de la exposición.

Síntomas comunes de la salmonelosis:

• Diarrea: Suele ser acuosa y puede contener sangre o mucosidad.
• Fiebre: Generalmente de grado bajo, pero puede llegar a niveles más altos.
• Dolor abdominal: Puede ser intenso y calambroso.
• Náuseas y vómitos
• Dolor de cabeza
• Fatiga

Síntomas menos comunes:

• Infección del torrente sanguíneo: En casos graves, la bacteria puede ingresar al torrente sanguíneo y provocar una infección potencialmente mortal.
• Artritis reactiva: Puede causar dolor, hinchazón y enrojecimiento de las articulaciones.

La ausencia de síntomas no descarta la infección:

Es importante tener en cuenta que la ausencia de síntomas no descarta la infección por Salmonella. Algunas personas pueden ser portadoras de la bacteria sin presentar ningún síntoma. Aún así, pueden transmitir la infección a otros a través de la manipulación de alimentos o el contacto cercano.

Cuándo buscar atención médica:

Si experimentas síntomas de salmonelosis, es esencial buscar atención médica de inmediato. El diagnóstico generalmente se basa en los síntomas y un análisis de laboratorio de una muestra de heces.

El tratamiento para la salmonelosis suele implicar descanso, reposición de líquidos y medicamentos para aliviar los síntomas. En casos graves, pueden requerirse antibióticos.

Prevención de la salmonelosis:

Para prevenir la salmonelosis, es importante seguir prácticas seguras de manipulación de alimentos, que incluyen:

• Lavar bien frutas y verduras antes de consumirlas.
• Cocinar bien los alimentos, especialmente las aves de corral, los mariscos y los huevos.
• Evitar el consumo de productos lácteos sin pasteurizar.
• Lavarse las manos con frecuencia, especialmente después de manipular alimentos crudos o ir al baño.
• Mantener los alimentos refrigerados a temperaturas adecuadas.