¿Cómo se fabrica la sal?

Del Salar a la Salera: Un Viaje por la Fabricación de la Sal

La sal, ese condimento omnipresente en nuestras mesas, tiene una historia mucho más rica y compleja de lo que imaginamos. Más allá de su simple apariencia blanca y cristalina, su obtención implica un proceso fascinante que varía dependiendo de la fuente y el método de extracción. La protagonista principal es la halita (NaCl), el mineral de sal común, que se encuentra en diferentes formas en la naturaleza, dando lugar a distintas rutas de procesamiento.

No toda la sal es igual. Su recorrido desde el yacimiento hasta nuestro salero puede empezar en vastos salares, extensas llanuras desérticas donde la evaporación del agua ha dejado tras de sí gruesas capas de salmuera cristalizada, o en profundidades subterráneas, dentro de minas de roca salina. Esta diferencia inicial marca el camino del procesamiento.

Extracción y Procesamiento: Dos Vías hacia la Mesa

1. Sal de Salar (Evaporación solar): En los salares, la extracción se realiza mediante la extracción de la salmuera, el agua saturada de sal. Este proceso, a menudo, implica la excavación de pozos o la construcción de canales para dirigir el flujo de salmuera hacia estanques de evaporación. Aquí, el sol y el viento hacen su trabajo, evaporando el agua gradualmente y dejando atrás una gruesa capa de cristales de sal. Este método, ancestral y respetuoso con el medio ambiente, requiere de amplias extensiones de terreno y de condiciones climáticas favorables, principalmente de alta radiación solar y baja pluviometría. Posteriormente, la sal se recoge, se lava para eliminar impurezas, y se puede someter a un proceso de secado adicional antes de su molienda y envasado. La granulometría final dependerá del uso al que se destine.

2. Sal de Mina (Extracción y Molturación): La extracción de sal de roca, por otro lado, es un proceso más industrializado. Se utilizan métodos de minería convencionales, como explosivos y maquinaria pesada, para extraer grandes bloques de halita de las minas subterráneas. Una vez extraídos, estos bloques se trasladan a plantas de procesamiento donde se trituran y se muelen hasta obtener el tamaño de grano deseado. Este proceso puede incluir etapas de lavado y purificación para eliminar impurezas como arcilla, yeso o otros minerales presentes en la roca salina. La sal resultante, generalmente más pura que la sal de salar, se clasifica por tamaño antes de ser envasada.

Del Lodo a la Mesa: Un proceso de refinamiento

En ambos casos, la etapa final suele implicar un proceso de pulverización, que consiste en reducir el tamaño de los cristales de sal hasta alcanzar la textura deseada para el consumo humano. Este proceso, realizado mediante molinos de diferentes tipos, asegura una sal de consistencia uniforme y libre de grumos. Finalmente, la sal se envasa y se distribuye para llegar a nuestras cocinas.

En resumen, la fabricación de la sal es un proceso diverso que depende intrínsecamente de su origen. Desde los antiguos métodos de evaporación solar en los salares hasta la sofisticada minería y el procesamiento industrial, la obtención de este esencial condimento refleja la interacción entre la naturaleza y la tecnología humana, ofreciendo un producto tan fundamental como fascinante en su proceso de creación.