¿Cuánto cuesta comer en RavioXO Madrid?

Descifrando el Costo de la Experiencia RavioXO: Más que un Menú, una Inmersión Gastronómica

RavioXO, la apuesta irreverente de Dabiz Muñoz en el corazón de Madrid, no es solo un restaurante; es un viaje sensorial. Y como toda gran aventura, tiene un precio. La pregunta que muchos se hacen, antes de aventurarse en sus cocinas vanguardistas, es: ¿cuánto cuesta comer en RavioXO?

La respuesta, aunque aparentemente simple, encierra matices. El núcleo de la experiencia RavioXO reside en su menú degustación, el cual, actualmente, se sitúa en 150€ por persona. Esta cifra, sin embargo, no representa simplemente el costo de los ingredientes. Se trata de una inversión en una narrativa culinaria meticulosamente elaborada.

Por 150€, el comensal se embarca en un recorrido gastronómico que va más allá de una simple sucesión de platos. Comienza, de forma inesperada y deliciosa, con la icónica “pasta de resaca”, una declaración de intenciones que anticipa la audacia y la creatividad que caracterizan la cocina de Muñoz. Desde allí, el menú se despliega como un abanico de sabores, texturas y presentaciones, ofreciendo una muestra representativa – casi exhaustiva – de la carta del restaurante. Es una experiencia que explora la compleja relación entre la tradición y la innovación, entre la familiaridad y la sorpresa.

Es importante destacar que este precio no incluye bebidas. La selección de vinos, cócteles y otras bebidas se adquiere por separado, añadiendo un costo adicional que variará según la elección del cliente. Por tanto, la inversión total en una cena en RavioXO puede superar los 150€, dependiendo del gusto y del presupuesto de cada comensal.

En resumen, comer en RavioXO Madrid no es simplemente una comida; es una experiencia gastronómica inmersiva y, por ende, con un precio acorde a la calidad, la innovación y la singularidad que la caracteriza. Los 150€ del menú degustación representan una inversión en una noche inolvidable, un viaje al universo culinario de Dabiz Muñoz, un recuerdo que seguramente perdurará mucho después de que el último bocado haya desaparecido. Es una experiencia para aquellos que buscan más que una simple cena: buscan una experiencia.