¿Cuánto tarda en llegar el sabor de la comida al feto?

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A partir de la semana 14, el feto empieza a desarrollar sus papilas gustativas. Si bien este desarrollo inicial ocurre al final del primer trimestre, la detección efectiva de sabores en el líquido amniótico generalmente se produce en etapas más avanzadas del embarazo. Los sabores transmitidos influyen en las preferencias del bebé.

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El Paladar en Gestación: ¿Cuándo Empieza el Bebé a Saborear el Mundo Desde el Vientre Materno?

La gestación es un viaje fascinante, un despliegue de desarrollo constante en el que un nuevo ser se forma a partir de una sola célula. Uno de los aspectos más curiosos es el desarrollo de los sentidos, y entre ellos, el del gusto. ¿Cuándo comienza el bebé a experimentar los sabores y cómo influyen en su futuro? La respuesta, aunque no del todo exacta, nos revela datos sorprendentes.

Si bien la ciencia nos indica que las papilas gustativas comienzan a desarrollarse alrededor de la semana 14 de gestación, esto no significa que el feto comience a percibir los sabores de inmediato. Este desarrollo inicial, que ocurre hacia el final del primer trimestre, es solo el primer paso. Es como construir la antena que captará la señal, pero aún no hay una emisora sintonizada.

La detección efectiva de sabores en el líquido amniótico suele producirse en etapas más avanzadas del embarazo. No hay una fecha exacta, pero se cree que a partir del segundo trimestre, el feto puede comenzar a distinguir ciertos sabores que provienen de la dieta materna. El líquido amniótico, que el feto traga constantemente, se convierte en un vehículo de información sensorial, llevando consigo trazas de los alimentos consumidos por la madre.

Es importante entender que la experiencia gustativa fetal es diferente a la de un adulto. Los sabores son más sutiles y se mezclan con otros estímulos. Sin embargo, la investigación sugiere que estos sabores transmitidos influyen en las preferencias del bebé. Estudios han demostrado que los bebés cuyas madres consumieron ciertos alimentos durante el embarazo, como el ajo o el anís, mostraron mayor predisposición a esos sabores al introducirlos en su dieta después del nacimiento.

En resumen, la “emisora” (las papilas gustativas) se construye alrededor de la semana 14, pero la “recepción” (detección de sabores) es un proceso gradual que se desarrolla a lo largo del segundo y tercer trimestre. La experiencia gustativa prenatal es un factor determinante que, aunque sutil, puede moldear las preferencias alimentarias del futuro bebé, demostrando una vez más la increíble conexión entre madre e hijo, incluso antes del nacimiento. Por lo tanto, la dieta de la madre durante el embarazo no solo nutre el cuerpo del bebé, sino que también siembra las semillas de sus futuros gustos.