¿Por qué la sal no es orgánica?

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La sal no es orgánica porque no proviene de un ser vivo; es un compuesto inorgánico, a diferencia de los alimentos que crecen.
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La sal: Un mineral esencial, pero no orgánico

A menudo, al hablar de alimentación, nos encontramos con la distinción entre productos “orgánicos” e “inorgánicos”. Entendemos intuitivamente que las frutas, verduras y carnes son orgánicas, pero ¿qué ocurre con la sal? Aunque esencial para la vida y presente en muchos alimentos orgánicos, la sal en sí misma no lo es. ¿Por qué?

La clave reside en la definición misma de “orgánico” en el contexto químico y biológico. Un compuesto orgánico se caracteriza por la presencia de carbono formando enlaces con hidrógeno, y a menudo con otros elementos como oxígeno, nitrógeno, fósforo o azufre. Estas moléculas complejas son producto de la actividad de los seres vivos, ya sea en su estructura, metabolismo o descomposición. Pensamos en la celulosa de las plantas, las proteínas de la carne o los azúcares de las frutas.

La sal de mesa, cloruro de sodio (NaCl), no cumple con este criterio. Su estructura es simple, formada por un enlace iónico entre un átomo de sodio y uno de cloro. No hay cadenas de carbono e hidrógeno, la firma distintiva de la química orgánica. La sal no se origina de la actividad biológica de un organismo vivo; se forma a través de procesos geológicos, como la evaporación del agua de mar o la extracción de depósitos minerales subterráneos, formados a lo largo de millones de años.

Es importante destacar la diferencia entre la sal pura y la sal presente en los alimentos. Muchos alimentos orgánicos contienen sales minerales de forma natural, incorporadas a su estructura a través de procesos biológicos. Por ejemplo, las plantas absorben minerales del suelo, incluyendo sodio, que se integra en sus tejidos. En este caso, la sal forma parte de un organismo vivo, pero sigue siendo inorgánica por su composición química.

La confusión puede surgir porque a veces se utiliza el término “orgánico” en un sentido más amplio, asociado a la agricultura ecológica. En este contexto, se refiere a prácticas de cultivo que evitan el uso de pesticidas y fertilizantes sintéticos. Sin embargo, esto no cambia la naturaleza química de la sal. Incluso la sal utilizada en la agricultura ecológica sigue siendo cloruro de sodio, un compuesto inorgánico.

En resumen, aunque la sal es un componente vital para la vida y se encuentra presente en muchos alimentos orgánicos, no se considera orgánica en sí misma debido a su composición química simple y su origen geológico, diferenciándose así de las complejas moléculas basadas en el carbono que caracterizan a la vida.