¿Por qué se me queda el sabor de la comida?

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El sabor persistente de la comida puede deberse a afecciones como reflujo gastroesofágico, infecciones salivales, sinusitis, mala higiene dental o ciertos fármacos. Estos problemas, en lugar de eliminar el sabor, lo deterioran, causando un mal gusto en la boca.
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¿Por qué se me queda el sabor de la comida?

El sabor persistente de la comida, también conocido como disgeusia, puede ser un síntoma frustrante que afecta la calidad de vida. Hay varias razones por las que esto puede ocurrir, que van desde afecciones médicas hasta hábitos de higiene deficientes.

Afecciones médicas

  • Reflujo gastroesofágico (ERGE): Cuando el contenido del estómago regresa al esófago, puede provocar un sabor ácido o amargo en la boca.
  • Infecciones salivales: Las infecciones bacterianas o virales en las glándulas salivales pueden alterar la composición de la saliva, lo que lleva a un sabor desagradable.
  • Sinusitis: La hinchazón e inflamación de los senos paranasales pueden provocar una acumulación de mucosidad, que drena hacia la garganta y causa un sabor metálico o salado.
  • Mala higiene dental: La acumulación de placa y sarro en los dientes y las encías puede crear un ambiente favorable para las bacterias, lo que provoca un sabor desagradable.

Fármacos

Ciertos medicamentos, como los antibióticos, los corticosteroides y los antidepresivos, pueden provocar un sabor metálico o amargo como efecto secundario.

Otras causas

  • Consumo de alimentos específicos: Algunos alimentos, como el ajo, la cebolla y el café, pueden dejar un sabor persistente debido a compuestos volátiles.
  • Fumar: Fumar cigarrillos o puros puede dañar las papilas gustativas y provocar alteraciones del sabor.
  • Embarazo: Los cambios hormonales durante el embarazo pueden afectar el sentido del gusto, provocando antojos o aversiones alimentarias.

Conclusión

El sabor persistente de la comida puede ser un signo de una afección médica subyacente o de hábitos de higiene deficientes. Identificar la causa puede ser esencial para encontrar un tratamiento eficaz. Si el sabor persiste o es grave, es importante consultar a un médico o dentista para un diagnóstico y un plan de tratamiento.