¿Qué comer en la noche si tengo hambre y no quiero engordar?

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Si el hambre nocturna te acecha, elige opciones ligeras y saciantes. Un huevo cocido, un puñado pequeño de nueces o una manzana te ayudarán a controlar el apetito sin sumar calorías innecesarias. El pescado blanco también es una excelente alternativa rica en proteínas y baja en grasas.
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El hambre nocturna: cómo saciarla sin engordar

¿Te ha pasado que a altas horas de la noche el hambre te invade? No eres el único. La lucha contra el hambre nocturna es común y puede ser un desafío real, especialmente si quieres mantener tu peso. Pero no te preocupes, hay soluciones saludables y deliciosas que pueden ayudarte a controlar el apetito sin añadir calorías innecesarias.

Opciones ligeras y saciantes:

  • Un huevo cocido: Es una fuente de proteína que te ayudará a sentirte lleno por más tiempo, y además es bajo en calorías.
  • Un puñado pequeño de nueces: Las nueces son ricas en fibra y grasas saludables que te aportan energía sin sumar calorías extras. Elige nueces sin sal ni azúcar añadido.
  • Una manzana: La manzana es una fruta baja en calorías y rica en fibra, que te ayudará a regular el azúcar en sangre y a combatir el hambre.
  • Pescado blanco: El pescado blanco es una excelente fuente de proteínas y bajo en grasa, perfecto para una comida ligera y saludable. Puedes optar por bacalao, merluza, lenguado o cualquier otra opción que te guste.

Consejos adicionales:

  • Bebe agua: Muchas veces confundimos la sed con el hambre. Beber un vaso de agua antes de comer puede ayudarte a determinar si realmente necesitas comer.
  • Cena temprano: Si cenas temprano, tu cuerpo tendrá tiempo de digerir la comida antes de irte a dormir.
  • Evita las comidas ricas en carbohidratos: Las comidas ricas en carbohidratos pueden aumentar la sensación de hambre por la noche.
  • Prepara una merienda saludable: Si sabes que tienes tendencia a tener hambre por la noche, puedes preparar una merienda saludable para llevar a la cama en caso de que te dé hambre.

Recuerda que lo más importante es que escuches a tu cuerpo y que elijas alimentos saludables y nutritivos. Si el hambre nocturna persiste o se convierte en un problema constante, consulta con un profesional de la salud para descartar cualquier causa subyacente.