¿Qué debo dejar de comer si voy al gimnasio?

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Evita consumir alimentos de difícil digestión antes del ejercicio, como aquellos ricos en fibra o con especias. Las barras de cereales, panes, semillas crudas y azúcares refinados pueden interferir con tu rendimiento. Opta por comidas ligeras y de fácil asimilación.
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Adiós a la pesadez: Qué alimentos evitar antes y después del gimnasio

El gimnasio se convierte en nuestro aliado para alcanzar un estilo de vida más saludable, pero la alimentación juega un papel crucial en el éxito de nuestros entrenamientos. No basta con sudar la gota gorda; optimizar nuestra ingesta de nutrientes es fundamental para maximizar el rendimiento, la recuperación y evitar molestias. Entonces, ¿qué alimentos debemos evitar si queremos sacar el máximo provecho de nuestras sesiones de ejercicio?

La clave reside en comprender cómo nuestro cuerpo procesa los alimentos, especialmente antes y después del entrenamiento. Consumir comidas pesadas o de difícil digestión antes de ejercitarse puede generar molestias digestivas como hinchazón, gases e incluso calambres, comprometiendo nuestro rendimiento y concentración. La regla de oro es optar por alimentos ligeros y de fácil asimilación.

Antes del entrenamiento: Desterremos estos alimentos:

  • Fibra alta: Si bien la fibra es esencial para una dieta saludable, grandes cantidades antes del ejercicio pueden causar problemas. Legumbres, verduras de hoja verde en grandes porciones, frutas con alto contenido de fibra (como las ciruelas pasas o los higos secos) pueden ralentizar la digestión y causar molestias abdominales durante la actividad física. Una pequeña porción de fruta como una manzana o un plátano suele ser una buena opción.

  • Especias fuertes: Chiles, curry, jengibre en grandes cantidades pueden irritar el estómago, especialmente durante el ejercicio. Es preferible optar por sabores suaves y poco estimulantes antes del entrenamiento.

  • Barras de cereales (muchas de ellas): Cuidado con las barras de cereales procesadas, muchas contienen altos niveles de azúcar refinada y poca fibra real. Este pico de glucosa inicial se convierte en una caída brusca de energía posteriormente. Leer las etiquetas nutricionalmente es crucial.

  • Panes integrales y semillas crudas en gran cantidad: Aunque beneficiosos para la salud, en grandes cantidades antes del entrenamiento, pueden resultar difíciles de digerir y causar hinchazón. Mejor integrarlos en otras comidas del día.

  • Azúcares refinados: Refrescos, dulces, pasteles… estos causan un aumento rápido de glucosa en sangre seguido de una bajada brusca, provocando fatiga y malestar.

En resumen (antes del ejercicio): Prioriza alimentos de fácil digestión como frutas de fácil digestión (plátano, manzana, bayas), yogurt descremado, un pequeño puñado de frutos secos (almendras, nueces), o una tostada integral con un poco de aguacate.

Después del entrenamiento: La recuperación también es crucial. Evitar los alimentos procesados y optar por proteínas magras y carbohidratos complejos ayudará a reparar los músculos y reponer las energías gastadas. Esto será tema para otro artículo más detallado.

En conclusión, la alimentación antes del entrenamiento es tan importante como el propio ejercicio. Prestar atención a lo que comemos antes de ir al gimnasio nos permitirá aprovechar al máximo cada sesión y disfrutar de una experiencia más placentera y efectiva. Escucha a tu cuerpo, identifica qué alimentos te sientan mejor y ajusta tu alimentación para alcanzar tus objetivos de fitness.