¿Qué diferencia hay entre magnesio y citrato de magnesio?

Magnesio vs. Citrato de Magnesio: Más allá del nombre

El magnesio es un mineral esencial para el correcto funcionamiento de nuestro organismo. Interviene en cientos de procesos metabólicos, desde la contracción muscular hasta la regulación del azúcar en sangre, pasando por la salud ósea y la función neurológica. Sin embargo, “magnesio” es un término genérico que engloba diversas formas químicas, cada una con sus propias características de absorción y tolerancia. El citrato de magnesio es una de estas formas, y comprender su diferencia con el magnesio “puro” es crucial para elegir el suplemento adecuado.

La principal diferencia radica en la biodisponibilidad. El magnesio, en su estado elemental, no se absorbe fácilmente por el cuerpo. Se necesita una forma quelada o unida a un compuesto orgánico para mejorar su absorción intestinal. El citrato de magnesio es una de estas formas queladas, donde el magnesio se une al ácido cítrico. Esta unión facilita su absorción en el intestino delgado, resultando en una mayor biodisponibilidad en comparación con otras formas de magnesio como el óxido de magnesio, por ejemplo. Esto lo convierte en una opción eficaz para personas con deficiencias significativas de magnesio o atletas con mayores requerimientos.

Sin embargo, la alta biodisponibilidad del citrato de magnesio puede tener un inconveniente: puede causar efectos laxantes en algunas personas, especialmente si se consume en dosis elevadas. La reacción individual varía, pero individuos con sensibilidad gastrointestinal podrían experimentar molestias como diarrea o malestar abdominal. En estos casos, otras formas de magnesio como el bisglicinato de magnesio, conocido por su mejor tolerancia digestiva, o incluso mezclas de sales de magnesio (como el “Magnesio 7 Sales”), que proporcionan una liberación gradual y más suave, podrían ser opciones más adecuadas.

En resumen, la elección entre magnesio y citrato de magnesio, o incluso otras formas de suplementos de magnesio, depende de las necesidades individuales. Si se busca una alta biodisponibilidad y se tolera bien el citrato, es una excelente opción. Sin embargo, si se prioriza la tolerancia gastrointestinal, otras formas menos agresivas pueden ser preferibles. Siempre es recomendable consultar con un profesional de la salud para determinar la dosis y la forma de magnesio más apropiada según las circunstancias personales y el estado nutricional. La automedicación, en este como en cualquier caso, debe evitarse.