¿Qué es más saludable, los huevos revueltos o los huevos cocidos?

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Tanto los huevos revueltos como los cocidos son nutritivos. Si bien el huevo cocido suele ser ligeramente menor en calorías por no añadir grasas extra, ambas preparaciones ofrecen un excelente aporte proteico y de nutrientes esenciales, siempre y cuando se consuman con moderación.

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El dilema del huevo: ¿Revuelto o cocido? Una mirada a la salud en el desayuno

El huevo, un alimento básico en la dieta de muchas culturas, se presenta en una infinidad de preparaciones. Dos de las más populares, y objeto de frecuente debate, son los huevos revueltos y los huevos cocidos. ¿Cuál de estas opciones es la más saludable? La respuesta, como suele suceder en nutrición, no es tan simple como “uno u otro”.

Ambos, revueltos y cocidos, son fuentes excelentes de proteína de alta calidad, vitaminas (como la B12 y la D) y minerales esenciales como el selenio y la colina. Siendo la base la misma, la diferencia nutricional radica principalmente en la forma de preparación.

El huevo cocido, en su estado más puro, se prepara sin ningún añadido. Esto lo convierte en una opción ligeramente inferior en calorías en comparación con los huevos revueltos, donde frecuentemente se incorporan grasas adicionales como aceite, mantequilla o leche. Estas grasas, aunque pueden enriquecer el sabor y la textura, incrementan el aporte calórico total del plato. Un huevo grande cocido aporta aproximadamente 78 calorías, mientras que un huevo revuelto, dependiendo de los ingredientes añadidos, puede superar fácilmente las 100 calorías.

Sin embargo, la adición de grasas en los huevos revueltos no es necesariamente negativa. Incorporar grasas saludables, como el aceite de oliva virgen extra, puede favorecer la absorción de vitaminas liposolubles presentes en el huevo, como la vitamina D y la vitamina A. Además, la textura cremosa que aportan las grasas puede hacer que los huevos revueltos sean más apetecibles para algunas personas, facilitando su inclusión en una dieta equilibrada.

Por otro lado, la cocción a altas temperaturas, como las que se utilizan al revolver los huevos, puede generar la formación de compuestos de oxidación del colesterol, aunque en cantidades mínimas que no representan un riesgo significativo para la salud en un consumo moderado.

En definitiva, tanto los huevos revueltos como los cocidos son opciones nutritivas y saludables. La clave para elegir la mejor opción reside en el control de las porciones y la calidad de los ingredientes añadidos. Optar por métodos de cocción que minimicen el uso de grasas saturadas y priorizar la adición de grasas saludables, como el aceite de oliva virgen extra en pequeñas cantidades, permitirá disfrutar de los beneficios de ambos tipos de preparación sin comprometer la salud. Lo ideal es incorporar variedad en la dieta y alternar entre huevos revueltos y cocidos, adaptando la preparación a las necesidades y preferencias individuales.