¿Cómo cuidar las pinturas de acuarela?

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Para preservar tus acuarelas, guárdalas en un lugar fresco, seco y oscuro. Asegúrate de cerrar bien los tubos o pastillas para prevenir la evaporación y el endurecimiento de la pintura, prolongando así su vida útil.

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El delicado arte de preservar tus acuarelas: Más allá del fresco, seco y oscuro

Las acuarelas, con su luminosidad y transparencia características, nos permiten capturar la esencia misma de la luz y el color. Sin embargo, su delicada naturaleza requiere cuidados específicos para asegurar que mantengan su vibrante belleza a lo largo del tiempo. Si bien es cierto que almacenarlas en un lugar fresco, seco y oscuro es fundamental, existen otros aspectos cruciales que a menudo se pasan por alto y que contribuyen significativamente a prolongar su vida útil.

Más allá de la simple ausencia de luz, calor y humedad, es esencial considerar el tipo de almacenamiento. Cerrar bien los tubos y pastillas, como se suele recomendar, previene la evaporación y el endurecimiento de la pintura. Pero, ¿qué sucede con las acuarelas en pastillas que ya hemos utilizado? Simplemente cerrar la caja no es suficiente. La humedad residual en los pigmentos, tras su uso, puede generar moho o alterar su consistencia. Para evitarlo, es recomendable dejar la caja abierta en un ambiente seco y ventilado durante unas horas, permitiendo que las pastillas se sequen completamente antes de guardarlas. Una alternativa es utilizar un desecante dentro de la caja, renovándolo periódicamente.

Otro factor a tener en cuenta es la limpieza. Los restos de pintura seca en la paleta o en los pinceles pueden contaminar los colores al volver a utilizarlos. Es importante limpiar a fondo las herramientas después de cada sesión de pintura, utilizando agua limpia y un jabón suave si es necesario. De igual manera, las salpicaduras de pintura en la caja de acuarelas deben retirarse con un paño húmedo antes de que se sequen.

La temperatura también juega un papel importante. Aunque un ambiente fresco es ideal, las temperaturas extremadamente bajas pueden afectar la composición de la pintura. Evita guardar tus acuarelas en lugares que experimenten fluctuaciones bruscas de temperatura, como cerca de ventanas o radiadores.

Finalmente, la organización es clave para una buena conservación. Almacenar las acuarelas de forma ordenada, evitando que se golpeen o rocen entre sí, previene daños físicos y facilita su uso. Si utilizas acuarelas en tubos, puedes etiquetar la parte superior con el nombre del color para una rápida identificación, evitando así tener que abrir cada tubo para encontrar el tono deseado.

En definitiva, el cuidado de las acuarelas va más allá de las recomendaciones generales. Prestar atención a estos detalles, desde la limpieza hasta la organización, asegurará que tus preciados pigmentos mantengan su vitalidad y te acompañen en tu viaje artístico durante muchos años.