¿Cómo se llamará Fol?

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La Formación y Orientación Laboral (FOL) es una asignatura clave dentro de los ciclos formativos de la Formación Profesional. Se centra en proporcionar al alumnado conocimientos esenciales sobre el mundo laboral: legislación, derechos y deberes del trabajador, prevención de riesgos laborales, búsqueda de empleo y desarrollo de habilidades sociales para la inserción laboral.

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¿Cómo se llamará FOL? El futuro de la Formación y Orientación Laboral

La Formación y Orientación Laboral (FOL), esa asignatura fundamental en la formación profesional, se encuentra en un punto de inflexión. Si bien su contenido –la legislación laboral, los derechos y deberes de los trabajadores, la prevención de riesgos laborales, la búsqueda de empleo y el desarrollo de habilidades sociales para la inserción profesional– permanece crucial, la pregunta que flota en el aire es: ¿seguirá llamándose FOL? Y más importante aún, ¿refleja su nombre actual la evolución y amplitud de su contenido?

El acrónimo FOL, aunque ampliamente conocido y asentado en el imaginario educativo, podría resultar demasiado restrictivo para una asignatura que, idealmente, debería ir más allá de la mera orientación laboral. La formación recibida abarca aspectos transversales que impactan en la vida del estudiante más allá del simple acceso al mercado laboral. Se trata de empoderamiento personal, de construir una carrera profesional sólida y adaptable a los cambios, de desarrollar una ciudadanía responsable y comprometida con el mundo del trabajo.

La denominación “FOL” puede resultar obsoleta ante la complejidad creciente del mercado laboral y la necesidad de una formación más integral. Pensar en un nuevo nombre requiere una reflexión profunda sobre sus objetivos. ¿Debería priorizar la empleabilidad (como sugiere “Formación para la Empleabilidad”, por ejemplo)? ¿O enfatizar el desarrollo personal y profesional (“Desarrollo Profesional Integral”, “Habilidades para el Éxito Profesional”)? Quizás una opción sea una denominación más descriptiva que capture la esencia multifacética de la asignatura: “Orientación Profesional y Desarrollo Personal”, “Competencias para el Mundo Laboral”, o incluso algo más moderno y conciso como “Proyecta”.

Un cambio de nombre, sin embargo, no debe ser meramente cosmético. Debería ir acompañado de una revisión curricular que asegure la pertinencia y actualidad del contenido, incorporando las nuevas realidades del trabajo, como la economía digital, el teletrabajo, la inteligencia artificial, y la creciente importancia de la sostenibilidad y la responsabilidad social corporativa. Una asignatura actualizada necesita un nombre que la refleje, un nombre que atraiga a los alumnos y que transmita la importancia de su contenido para su futuro.

En definitiva, la discusión sobre el nombre de FOL no es una cuestión trivial. Es una oportunidad para repensar la asignatura, reforzar su valor y asegurar que prepara a los alumnos no sólo para encontrar un trabajo, sino para prosperar en el mundo profesional cambiante del siglo XXI. El debate está abierto, y el futuro nombre de esta asignatura clave definirá su rol en la formación de las nuevas generaciones.