¿Cuál es el nombre del clon de Hantengu?

La Fracturada Esencia de Hantengu: Descifrando los Seis Clones del Demonio Lunar Superior Cuatro

Hantengu, el Demonio Lunar Superior Cuatro, es una figura singular en el universo de Demon Slayer. A diferencia de la mayoría de los demonios, su singularidad reside no solo en su fuerza, sino en su peculiar capacidad de fragmentarse en seis clones distintos, cada uno representando una faceta de su personalidad. A menudo se plantea la pregunta: “¿Cuál es el nombre del clon de Hantengu?”. La respuesta, sin embargo, no es simple. No existe un clon de Hantengu, sino seis, cada uno con una identidad y nombre propios, reflejando la compleja y fracturada naturaleza de su ser.

En lugar de un único “clon”, es más preciso hablar de las seis manifestaciones separadas de su esencia. Estas entidades, aunque independientes en apariencia, comparten la misma base y son controladas por la forma principal y más débil de Hantengu. Cada uno de estos clones encarna una emoción fundamental:

• Sekido (塞き戸): Representa la Ira. Su ferocidad y agresividad son su característica principal, siendo el clon que más directamente ataca con furia ciega.

• Karaku (楽): Encarna el Placer. A diferencia de la ira desenfrenada de Sekido, Karaku se muestra más calculador y disfruta del sufrimiento de sus víctimas. Su naturaleza es sádica y manipulativa.

• Aizetsu (哀絶): Este clon personifica el Dolor. Su apariencia podría reflejar la tristeza y la desesperación, aunque su método de ataque puede ser insidioso y devastador.

• Urogi (Uro): Representa la Alegría. Contrario a lo que se podría esperar, su alegría no es inocente, sino que esconde una crueldad retorcida y un sadismo perverso.

• Zohakuten (操): Este clon personifica el Odio. Su aura es oscura y opresiva, mostrando un resentimiento implacable y un deseo de destrucción. Su poder y fiereza son destacables.

• Urami (怨): Finalmente, Urami representa el Resentimiento. A diferencia de la ira abierta de Sekido, Urami es el resentimiento latente, silencioso y venenoso, que permea y corrompe todo a su alrededor.

Por lo tanto, preguntar por “el” clon de Hantengu es una simplificación excesiva. La verdadera naturaleza de este demonio reside en la interconexión y la compleja interacción de estos seis clones, cada uno un reflejo inestable y fragmentado de su perturbada psique. Su fuerza reside no solo en sus capacidades individuales, sino en la sinergia potencial entre ellos, lo que lo convierte en un enemigo formidable y de gran complejidad estratégica.