¿Cuándo fue el último eclipse solar total en México?

El Recuerdo Imborrable del 11 de Julio de 1991: El Último Eclipse Solar Total que Enamoró a México

El firmamento, ese lienzo infinito donde la naturaleza pinta sus obras más grandiosas, regaló a México un espectáculo inolvidable el 11 de julio de 1991. Ese día, la luna se interpuso entre la Tierra y el sol, sumiendo a gran parte del país en una oscuridad sobrecogedora durante un eclipse solar total. Un evento que, para muchos, marcó un antes y un después en su percepción del universo.

Recuerdo que las conversaciones en las calles, semanas antes, giraban en torno a la fecha. Se preparaban lentes especiales, se organizaban excursiones a lugares estratégicos para observar el fenómeno en su máxima expresión. La expectativa era palpable, una mezcla de curiosidad científica y asombro ante lo desconocido.

Y el 11 de julio llegó. La atmósfera se cargó de una energía especial. A medida que la luna comenzaba su danza cósmica, la luz disminuía gradualmente, tiñendo el paisaje con tonalidades extrañas. Los animales, confundidos, buscaban refugio. El silencio, interrumpido solo por exclamaciones de asombro, se adueñó del ambiente.

Cuando la totalidad del eclipse se manifestó, el impacto fue inmenso. La corona solar, un halo de luz blanca incandescente, rodeó la silueta oscura de la luna, creando una imagen de belleza incomparable. Durante unos preciosos minutos, el día se transformó en noche, permitiendo apreciar estrellas que normalmente permanecen ocultas a la luz del sol.

A pesar de que han transcurrido más de tres décadas desde aquel memorable día, el recuerdo del eclipse solar total de 1991 permanece vívido en la memoria colectiva de muchos mexicanos. Fue un evento que trascendió lo puramente astronómico para convertirse en una experiencia cultural y emocional profunda.

Ahora, los amantes del cielo y los curiosos deberán armarse de paciencia. La espera será larga, pues, según los cálculos astronómicos, no volveremos a presenciar un eclipse solar total en territorio mexicano hasta el año 2052.

Así que, marquen esa fecha en sus calendarios. Planifiquen con antelación el lugar donde querrán presenciar este nuevo encuentro cósmico. Y prepárense para revivir la magia, el asombro y la emoción que solo un eclipse solar total puede despertar. Porque, aunque la espera sea prolongada, la recompensa será, sin duda, celestial.