¿Cuántos días dura la luna azul en 2024?

La Luna Azul de 2024: Un concepto, no un evento temporal

La pregunta “¿Cuántos días dura la luna azul en 2024?” es, en realidad, una pregunta mal planteada. La “Luna Azul” no es un evento astronómico con una duración definida como, por ejemplo, un eclipse solar. No se trata de un cambio físico en la Luna, sino de una denominación que se aplica a un fenómeno calendárico.

Existen dos definiciones para una Luna Azul, ambas basadas en la periodicidad de las lunas llenas:

• Definición meteorológica: Se refiere a la segunda luna llena que ocurre dentro de un mismo mes del calendario gregoriano. En este caso, la duración de la “Luna Azul” es la misma que la duración de la fase de luna llena, aproximadamente de 2 a 3 días. Por lo tanto, en 2024, si se presenta una Luna Azul bajo esta definición, su “duración” sería de unos pocos días.

• Definición astronómica: Se refiere a la tercera luna llena en una estación que contiene cuatro lunas llenas. Al igual que en la definición anterior, la duración de esta Luna Azul es simplemente la duración de la fase de luna llena, que nuevamente, ronda los 2 a 3 días.

La confusión surge porque la expresión “Luna Azul” evoca una imagen de un evento excepcional con una duración prolongada, algo similar a un fenómeno celeste de larga duración. Sin embargo, la realidad es que la periodicidad de las lunas llenas, con un ciclo sinódico de aproximadamente 29,5 días, y los meses de nuestro calendario, que tienen una duración variable, son los responsables de la aparición de este curioso fenómeno calendárico. Su aparición no implica cambios en la apariencia física de la luna.

Para 2024, es necesario consultar un calendario lunar para determinar si se presenta alguna Luna Azul bajo cualquiera de las dos definiciones, y en caso afirmativo, identificar la fecha exacta de la segunda luna llena del mes o de la tercera luna llena de una estación con cuatro. Una vez localizada, podemos decir que esa Luna Azul “duró” aproximadamente de 2 a 3 días, el tiempo que la Luna se mantuvo en fase llena. Pero, recalcamos, no es la Luna la que cambia, sino nuestra forma de nombrar eventos calendáricos. La Luna, por sí misma, continúa su ciclo sin modificaciones.