¿Qué hacer en la Luna del 19 de agosto?

Celebra la Luna del 19 de agosto: Purificación y renovación

El 19 de agosto, la luna brillante iluminará el cielo, marcando un momento auspicioso para la purificación y el rejuvenecimiento. Esta luna ofrece una oportunidad única para limpiar nuestro entorno y nuestro ser interior, invitando a la luz sanadora y la armonía en nuestras vidas.

Purifica tu entorno

El primer paso para aprovechar la energía de esta luna es purificar nuestro entorno. Utiliza salvia o palo santo, conocidos por sus propiedades limpiadoras, para ahumar tu hogar o espacio de trabajo. El humo aromático eliminará las energías negativas y creará un ambiente sagrado y revitalizante.

Limpia tu aura

Además de purificar tu entorno, también es esencial limpiar tu aura, el campo energético que rodea tu cuerpo. Visualiza una luz blanca sanadora que fluye a través de tu cuerpo, eliminando cualquier bloqueo o negatividad. Permite que la luz te envuelva y te llene de una sensación de paz y renovación.

Medita bajo la luz de la luna

Una vez que hayas purificado tu entorno y tu aura, tómate unos momentos para meditar bajo la luz de la luna. Cierra los ojos y concéntrate en tu respiración. Visualiza una luz blanca sanadora que desciende sobre ti, llenándote de amor y compasión. Permite que la energía de la luna te guíe y te inspire.

Beneficios de la Luna del 19 de agosto

La Luna del 19 de agosto ofrece numerosos beneficios, que incluyen:

• Purificación y renovación del entorno y del aura
• Eliminación de energías negativas y bloqueos
• Promoción de la paz, la armonía y el equilibrio
• Fortalecimiento de la intuición y la conexión espiritual
• Invitación a la luz sanadora y la transformación

Conclusión

La Luna del 19 de agosto es un momento sagrado para la purificación y el rejuvenecimiento. Aprovechando su energía, podemos limpiar nuestro entorno, purificar nuestra aura y meditar para conectar con nuestro ser interior. Al abrazar la luz sanadora de la luna, invitamos a la armonía, la paz y la renovación en nuestras vidas.