¿Quién es el peor personaje de Demon Slayer?

¿El demonio más odiado? El caso de Doma en Demon Slayer

En el universo de Demon Slayer, plagado de criaturas sanguinarias y tragedias desgarradoras, destacar como el personaje más odiado no es tarea fácil. Sin embargo, Doma, la Luna Superior Dos, se ha ganado un lugar especial en el corazón de los fans, o mejor dicho, en la boca del estómago. Si bien todos los demonios han cometido actos atroces, la crueldad sádica y la burla despiadada que Doma inflige a sus víctimas, particularmente a Shinobu Kocho, lo elevan a un nuevo nivel de vileza.

No es solo el asesinato de Shinobu lo que lo condena. Es la forma en que la humilla hasta el último momento, burlándose de su determinación y la memoria de su hermana Kanae. Doma se alimenta de la desesperación, saboreando el dolor ajeno como si fuera un manjar exquisito. Su actitud aparentemente despreocupada y sus constantes sonrisas mientras comete atrocidades lo vuelven aún más repugnante.

A diferencia de otros demonios que muestran un atisbo de humanidad o una motivación trágica detrás de su crueldad, Doma parece vacío, incapaz de comprender las emociones humanas más allá de la superficie. Esto lo convierte en una figura aún más aterradora: un monstruo sin empatía, que disfruta infligiendo dolor sin remordimiento.

Si bien la crueldad de Muzan como progenitor de los demonios es innegable, Doma representa la maldad destilada a su forma más pura y sádica. Su falta de respeto por la vida, sumado a su placer al profanar la memoria de aquellos a quienes mata, lo convierte en un personaje difícil de olvidar y aún más difícil de perdonar. Doma se erige como un recordatorio escalofriante de que la verdadera maldad no siempre ruge, a veces sonríe con indiferencia ante el sufrimiento que causa.