¿Cuáles son las 5 fuentes formales del derecho?

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Las fuentes formales del derecho mexicano comprenden la Constitución Política como norma suprema, los tratados internacionales ratificados, las leyes emanadas del Congreso, los reglamentos que desarrollan las leyes, y la jurisprudencia de los tribunales. Estas fuentes, en conjunto, estructuran el marco jurídico del país y guían la interpretación y aplicación del derecho.

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Fuentes Formales del Derecho Mexicano

El ordenamiento jurídico mexicano encuentra su base en un conjunto de fuentes formales que definen y regulan el marco normativo del país. Estas fuentes, en orden jerárquico, comprenden:

1. Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos:

La Constitución Política es la norma jurídica suprema y fundamento de todo el sistema jurídico mexicano. Establece los principios fundamentales del Estado, los derechos y garantías de los individuos, así como la organización y funcionamiento de los poderes públicos.

2. Tratados Internacionales Ratificados:

Los tratados internacionales ratificados por México adquieren rango constitucional y forman parte del derecho interno. Vinculan al Estado mexicano y establecen obligaciones y derechos con respecto a otros Estados o entidades internacionales.

3. Leyes:

Las leyes son normas aprobadas por el Congreso de la Unión, el órgano legislativo federal. Regulan diversas materias, desde el derecho civil y penal hasta el derecho económico y administrativo. Las leyes deben estar en consonancia con la Constitución Política y los tratados internacionales ratificados.

4. Reglamentos:

Los reglamentos son normas emitidas por el Ejecutivo Federal o las autoridades administrativas, con el fin de desarrollar y concretar las leyes. Deben ser congruentes con las normas superiores y no pueden modificarlas o contradecirlas.

5. Jurisprudencia de los Tribunales:

La jurisprudencia es el conjunto de interpretaciones y criterios establecidos por los tribunales supremos, como la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Estas interpretaciones tienen un carácter obligatorio para los tribunales inferiores y sirven de guía para la aplicación del derecho.

Este conjunto de fuentes formales del derecho mexicano conforma un sistema integral que proporciona certeza jurídica a los gobernados y garantiza el respeto a los principios constitucionales y el Estado de Derecho.