¿Cómo saber si es una estrella o un planeta?

¿Estrella fugaz o lucero constante? Cómo distinguir un planeta de una estrella en el cielo nocturno

Mirar al cielo nocturno es una experiencia fascinante. Un manto oscuro salpicado de puntos brillantes que despiertan la curiosidad y nos invitan a preguntarnos: ¿qué estamos viendo? ¿Una estrella lejana o un planeta de nuestro sistema solar? A simple vista, pueden parecer similares, pero existen diferencias clave que nos permiten distinguirlos. La principal pista reside en la naturaleza de su luz.

Mientras que las estrellas producen su propia luz a través de reacciones nucleares en su interior, los planetas brillan gracias a la luz solar que reflejan. Esta diferencia fundamental se traduce en una característica visual distintiva: el centelleo.

Las estrellas, al estar a distancias enormes, se perciben como puntos de luz muy pequeños. La luz que nos llega de ellas atraviesa la atmósfera terrestre, un océano de aire en constante movimiento. Las diferentes densidades y temperaturas del aire refractan la luz estelar, desviándola ligeramente de su trayectoria. Este fenómeno, similar al efecto que produce el aire caliente sobre el asfalto en un día soleado, causa la impresión de que las estrellas titilan o parpadean.

Los planetas, en cambio, al estar mucho más cerca de nosotros, se ven como discos pequeños, aunque a simple vista parezcan puntos. Al reflejar la luz solar desde una superficie más amplia, la perturbación atmosférica se distribuye y compensa, resultando en una luz más estable y constante. A diferencia del parpadeo estelar, los planetas brillan con una luz fija, similar a la de un pequeño faro en la inmensidad del cosmos.

Por lo tanto, si observas un punto brillante en el cielo y dudas de su naturaleza, presta atención a su luz. Si titila, probablemente se trate de una estrella distante, un horno nuclear a años luz de nosotros. Si su brillo es fijo y constante, es muy probable que estés contemplando un planeta, un vecino cósmico reflejando la luz de nuestra estrella común, el Sol.

Además del centelleo, otro indicio, aunque menos fiable, puede ser el color. Mientras que las estrellas presentan una amplia gama de colores, desde el blanco azulado hasta el rojo intenso, dependiendo de su temperatura, los planetas suelen mostrar colores más pálidos y menos saturados. Sin embargo, la contaminación lumínica y las condiciones atmosféricas pueden dificultar la apreciación de los colores, por lo que el centelleo sigue siendo el método más efectivo para diferenciar una estrella de un planeta a simple vista.

Con un poco de práctica y observando con atención, podrás desentrañar los secretos del cielo nocturno y distinguir con facilidad las estrellas titilantes de los planetas que brillan con una luz serena y constante.